Al igual que en el cuento, las chicas de pequeñas no son tan guapas como las demás y ellas se frustran pensando que son feas. Pero con el paso del tiempo la mayoría se acaban convirtiendo en auténticos cisnes, como en el caso de Zoe.
La actriz reconoce: "Pasé por esa fase de patito feo que creo que muchas niñas tienen". Y añade: "No creía que fuese guapa y realmente tampoco lo sentía. No había chicos que cayeran a mi pies cuando pasaba. Nunca pretendí conseguir al chico que me gustaba".
Zoe ha aprendido mucho de esa experiencia, por eso ahora confiesa a Showbiz Spy que ella no quiere ser un "sex symbol barato". "Para mucha gente incluyendo muchas actrices, la moda es básicamente nombres de marcas, logos, símbolos de estatus…. pero para mí es una forma de arte".
La joven es consciente del peso que la apariencia tiene en su día a día. "La mitad del trabajo para la gente que trabaja en el mundo del espectáculo es crear una imagen atractiva y para mí no significa ser un sex symbol barato".