El valor de los muebles aumenta con el paso del tiempo y, más aún, si han recibido un buen cuidado. Evite sobrecargarlos de peso o emplearlos para funciones ajenas a su diseño, protéjalos de la luz directa del sol y la falta o exceso de humedad y límpielos de forma adecuada.
Para conservar tus muebles en buen estado durante años sigue estos sencillos consejos, tomados del libro "150 remedios y trucos de mi abuela":
MUEBLES DE ALUMINIO: Para cuidarlos, se nutren con una capa de cera de la que se usa para abrillantar los coches. Las manchas difíciles pueden eliminarse frotándolas con pasta dentífrica.
MUEBLES DE BAMBÚ, CAÑA Y MIMBRE: Previene su deterioro lavándolos al menos dos veces al año, con una solución de agua tibia y sal. Para eliminarles manchas basta utilizar un detergente o jabón que haga espuma, mezclado con algunas gotas de amoníaco y se dejan secar en plena corriente de aire. Sáquelos de vez en cuando para que les dé el aire y el sol, que les va muy bien.
MUEBLES CROMADOS: Como mantenimiento, se moje ligeramente la superficie y se frota con un trozo de papel de aluminio. También puede frotarse con un paño mojado en la alcohol. Si tiene muchas manchas, limpie con un trapo humedecido en glicerina líquida hasta que los restos desaparezcan.
MUEBLES DE CUERO: Deben aspirarse con regularidad, para quitarles el polvo. Prepare una mezcla de jabón y agua tibia hasta que se genere bastante espuma y con un cepillo suave se aplica ésta. Después, se retira con una esponja mojada en agua a o un trapo humedecido en leche.
MUEBLES DE HIERRO: Si tienen óxido, no basta con lijarlos y pintarlos. En primer lugar, debe restregarse la zona oxidada con un cepillo de alambra hasta que la herrumbre desaparezca, y luego se frota con una lanilla gruesa de acero. Para evitar que estos muebles se oxiden se pintan con esmalte sintético.
MUEBLES LACADOS O BARNIZADOS: Si tienen muchas manchas, se disuelve harina en aceite de linaza o trementina a partes iguales y se frotan de forma circular con un trapo suave (por ejemplo de franela) o un trozo de gamuza.
MUEBLES LAMIINADOS: Para limpiarlos basta una esponja húmeda y cera en aerosol.
MUEBLES DE MADERA ENCERADA: Un tapón de corcho servirá para eliminar las salpicaduras de agua en este tipo de mueble. Si lo que tiene es una marca de algo caliente que se ha puesto encima, basta con poner sobre ella una mezcla de aceite y sal. Se esperan unas tres horas y se frota con una mezcla de aceite y de petróleo a partes iguales.
MUEBLES DE MÁRMOL: Cuando el mármol se queda sin brillo se frota con aceite de oliva, se espera un momento y se aplica cera de mueles, extendiéndola uniformemente a toda la superficie. Tras 12 horas, se frota de nuevo para recuperar el brillo. Cuidado con las manchas de limón y vinagre, pues la pérdida de brillo. Si el mueble de mármol se mancha de grasa, frote con alcohol, acetona o gasolina para mecheros. Luego, se aclara muy bien y se seca con un trapo limpio.
MUEBLES PINTADOS: Se frotan con un paño impregnado de agua con jabón y bórax (unos 30 gramos por litro). También pueden limpiarse con agua templada y dos cucharaditas de amoníaco.
TRATAR LOS GOLPES EN LA MADERA: El hueco dejado por el golpe se rellena de agua y se deja reposar por unos 30 minutos. Se cubre la madera con un papel de lija, con la parte lisa hacia abajo, y un trapo encima de éste. Sobre el trapo se aplica la plancha no demasiado caliente y evitando que roce el resto del mueble.
TRATAR LA CARCOMA: Para evitar que un mueble de madera tenga carcoma se frota con formol la parte inferior, incluyendo las patas. Si ya está infectad, se inyecta con una jeringuilla esa misma sustancia (diluida al 10 por ciento) por los agujeros existentes y luego se tapa con cera en pasta.
PARA ELIMINAR MARCAS DE VASOS, COPAS O BOTELLAS: Se frotan con un trapo húmedo, pero teniendo en cuenta el sentido de la veta de la madera. Otra solución consiste en aplicar un paño embebido de trementina y encerar.
Si lo que se ha puesto encima del mueble es un plato o taza caliente, la marca desaparecerá frotando la zona con un retazo de franela mojado en alcohol alcanforado caliente. Otro recurso es aplicar con la yema de los dedos mantequilla en la zona afectada. Se deja que la madera la absorba y se aplica luego cera natural o carnauba. También puede cubrirse la mancha con una mezcla de aceite y sal y dejarla actuar unas dos horas. Se retira luego y se frota con otra solución a base de aceite y de petróleo a partes iguales.
Las marcas de quemadura de cigarrillo desaparecen con un algodón empapado en alcohol o aguarrás. Acto seguido, se deja secar totalmente, se aplica una capa de betún y se abrillanta.
Si el mueble es blanco y se han puesto encima las manos sucias, se frota con la mitad de una patata o se pasa un trapo impregnado en parafina.