Este parque nacional ubicado en el cinturón verde de la zona oriental de Santo Domingo fue recuperado y saneado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales e integrado al "Ecotur Santo Domingo Este", junto al Acuario Nacional y el monumento natural Los Tres Ojos.
Cientos de personas lo visitan los sábados, domingos y días feriados para disfrutar en excursiones familiares de las bellezas naturales, refrescantes baños y diversión recorriendo bellos senderos, montando bicicletas, paseando en botes, tomando fotografías y observando aves y árboles endémicos. Todo ello se garantiza en un escenario de seguridad, pues el parque está permanentemente vigilado por militares, quienes instan a los visitantes a cuidar el medio ambiente y a manejar de manera correcta la basura.
Este espacio también ha sido ofrecido a touroperadores agentes de viajes y dirigentes del sector turismo para que, en una alianza público-privada, promuevan el uso para las comunidades y el turismo local e internacional con excursiones supervisadas por el Ministerio Ambiente.
La Ecoruta Santo Domingo Este fue mostrada a grupos interesados y comunicadores, durante una visita auspiciada por el Centro de Información y Comunicación con miras a promover el uso y educar sobre la utilidad social de los recursos naturales convertidos en bienes públicos.
A continuación algunas de las particularidades que distinguen al Parque Nacional Manantiales del Cachón de la Rubia:
Con una superficie de dos kilómetros cuadrados, las aguas de estos manantiales, antes de desembocar en la cuenca baja del Río Ozama, tienen una ruta de navegación con un sendero acuático que incluye los ríos Tosa, Yabacao y Cabón, hasta las lagunas Azul y Dulce, en San Isidro. En ese trayecto se puede disfrutar de las bellezas de los distintos bosques de galerías que no están impactados por los efectos de los asentamientos humanos.
Este parque es un área protegida visitada por decenas de aficionados de la fotografía y observadores y estudiosos de las aves por la rica biodiversidad que posee, integrada por gallaretas, pico rojo, jaguazas, zaramagullones, rey congo, cua-cuá, águilas solitarias, garzones reales, carraos, coco prieto y más de 60 especies tanto acuáticas como migratorias que visitan la zona para reproducirse.
La flora forma parte natural del ecosistema, formada por cocoteros, ceiba, mangles, eneas, hicacos, javillas, samanes, campeches, palo de hueso, corazón de paloma, cabilma almácigos y palmas reales, entre otras especies nativas y endémicas.
El Ministerio Ambiente, en su labor de recuperación del humedal, ha plantado y delimitado el Parque de la Mujer, reforestado por decenas de mujeres destacadas del país, con plantas con nombres femenicos como Tecas, Anacaguitas, Caobas, Uvas de Playa, Maras, Ceibas, Pendas, Canas, etc. También están el Bosque de los Atletas Olímpicos y el Bosque de la Juventud, sembrados por deportistas destacados y jóvenes sobresalientes, respectivamente.
Esta reforestación está siendo aprovechada por universidades, escuelas y colegios para sus prácticas de botánica, debido a la gran flora existente.
Las aguas de los manantiales también están siendo aprovechadas para estimular jóvenes a practicar el remo y canotaje y a valorar las potencialidades de las áreas protegidas, especialmente de los ríos Ozama e Isabela.