"Parecía una princesa Armenia", reza un articulo publicado en UsWeekly. Kim Kardashian empezó el día luciendo su traje nupcial: un Vera Wang de color marfil, escote palabra de honor, compuesto por un corpiño ajustado del que salía una falda abullonada, a base de tul, y una larga cola.
La celebrity completó su look con zapatos de Giuseppe Zanotti y un velo que sujetó con una tiara de diamantes que recordaba mucho a la de Kate Middleton el día en que se convirtió en Princesa Catalina.
Después de la ceremonia, Kim se cambió a otro Vera Wang marfil de corte sirena con increíbles detalles. Un corpiño adornado con encaje de Chantilly a juego con una falda hecha de pétalos de organza que se fundían con motivos de encaje de Chantilly y bordados de ramitas de seda. Kardashian era toda una visión radiante.
Ya entrada la noche, la recién convertida en mujer de Kris Humphries lució un nuevo Vera Wang en tono marfil, hecho de satén y crepé en la espalda, con escote en V y falda plato.
En cuanto al maquillaje, optó por utilizar lo mismo de siempre: sombras ahumadas, labios en tono suave y toneladas de pestañas postizas, para enfatizar la mirada. Pero eso sí, se permitió el lujo de robarle otro truquillo a la Duquesa de Cambridge, unas cejas bien definidas.
Una pequeña escapada
En un principio, todo indicaba que los recién casados no iban a poder disfrutar de unos románticos días tras la boda, debido a sus ajetreadas agendas laborales. Pero ahora hemos podido saber que finalmente sí tendrán luna de miel, aunque solo sea un aperitivo.
Destino: Capri. Este lunes por la tarde, Kim Kardashian y Kris Humphries abandonaban el aeropuerto de Los Angeles rumbo al continente europeo, Italia concretamente.
Sin embargo, no estarán allí por mucho tiempo. Ambos tienen que estar de vuelta este mismo fin de semana, pues la celebrity es una de las encargadas de presentar los MTV Video Music Awards 2011 este domingo.