Bajar de peso y hacer ejercicios resulta mucho más sencillo si uno recibe un refuerzo positivo por parte de un entrenador personal. 'Autom', un simpático robot de 40 centímetros, está dispuesto a asumir esta responsabilidad, ya que ha sido programado para controlar los hábitos alimenticios y la actividad física de sus dueños, y para alentarles a mantener un estilo de vida sano.
Según sus inventores, el mecanismo proporciona a su cliente toda la información necesaria para seguir su dieta, le brinda consejos oportunos y 'conversa' con él de forma permanente sobre la necesidad de comer sano y practicar deportes, manteniéndole motivado en todo momento para que lleve a cabo su plan de salud.
En la pantalla táctil, instalada en el 'torso' del mecanismo, los propietarios del dispositivo introducen diariamente los datos sobre el consumo de calorías y el tiempo dedicado a entrenamiento, y reciben a su vez información exacta sobre sus progresos en la quema de calorías o el desarrollo de los músculos.
’Autom' (que, por cierto, es un robot femenino) es una 'criatura' muy simpática que interacciona de manera bondadosa y pronuncia frases alentadoras aunque sus 'tutelados' coman churros a escondidas o, en vez de pedalear en la bicicleta estática, decidan tumbarse a la bartola.
Sin embargo, este tipo de comportamientos 'incorrectos' nuestro asistente robótico los notará sin falta, ya que es capaz de reconocer al dueño por la cara y controlar todos sus movimientos. La mirada del robot es persistente aunque benévola, y por sí misma puede provocar sensación de culpa en el usuario y persuadirlo para que rechace ese trocito de tarta con crema que está diciendo "cómeme".
’Autom' ha sido desarrollado por Cory Kidd, experto especializado en la interacción de humanos con robots, una nueva rama científica que comprende a la robótica, la inteligencia artificial y la psicología, entre otras disciplinas. Al presentar su creación en 2010, el inventor explicó que, en su opinión, sólo varios minutos diarios de charla con el robot podrían ayudar a las personas a desarrollar una especie de 'relación' que les impactaría y que cambiaría toda su vida.
Ahora el robot interactivo especializado en vida sana está disponible a través de la compañía Intuituve Automata fundada por Kidd. su precio es de unos 670 dólares sólo por el dispositivo, a los que hay que añadir 80 dólares al mes por el abono al servicio personalizado. También podría ser que el alto costo del 'trabajo' de la entrenadora robótica motive a más de un usuario a seguir sus recomendaciones.
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