La señora no podía ser candidata a la Presidencia de la República. Una parte del Comité Político –aparentemente mayoritario- se reveló para impedir que fuera candidata aun cuando las encuestas la daban favorita para ganarle a Danilo Medina las primarias.
Tan lejos llegó la rebelión de los “generales sin tropas”, como ella los llamó, que hasta le faltaron el respeto en más de una ocasión tanto a ella como a su marido. Aunque le permitieron inscribir su candidatura presidencial, hubo un pacto entre hombres para obligarla a renunciar.
Esos “generales sin tropas” decían que la señora no tenía méritos partidarios, que el Presidente utilizaría los recursos del Estado para imponer a su mujer, porque era una manera de mantenerse en el poder a través de ella.
Más de un poderoso miembro del Comité Político llegó a decir que si “el Presidente imponía a su mujer estaría decretando la división del partido”. Otros sostenían que Leonel, dada su condición de presidente del partido y Presidente de la República, tenía que mantener una actitud neutral, algo imposible con su mujer en el medio.
Ante tantas presiones del Comité Político, del Comité Central y hasta de funcionarios importantes del gobierno, con “una queja en el alma” la señora mujer del Presidente renunció a una eventual nominación presidencial, devolviéndole la paz y la tranquilidad al PLD, sobre todo al sector de Danilo que respiró profundo, pues quitó una piedra grande del camino.
“Electo” Danilo en una convención donde acudió sin contrincantes fuertes, con una pírrica participación de las bases, ahora anda tras la señora Cedeño para que sea su compañera de boleta, para lo cual ha encontrado el apoyo sospechoso del propio Leonel.
No entiendo a los “generales sin tropas”, ni al propio Danilo. Es más, ni siquiera entiendo al PLD. Al único que entiendo perfectamente bien es a Leonel.
¿Cómo es la vaina? La señora Cedeño no podía ser candidata presidencial porque era la mujer del Presidente, porque no tenía méritos, porque dividirá al PLD, etc., pero ahora, de repente, puede ser candidata vicepresidencial. ¿Por qué a la Presidencia no y a la vicepresidencia si? ¿Porque las mujeres solo pueden ocupar cargos secundarios en el PLD?
Cuando la señora Cedeño aspiraba a la presidencia “los generales sin tropas” le exigían a Leonel neutralidad en el proceso interno, algo que no era posible con ella compitiendo. Pero ahora, tanto Danilo como Leonel la quieren de vicepresidente. ¿Oh, y la neutralidad? ¿Acaso olvidaron que Leonel sigue siendo Presidente de la República y que está obligado, por ley, a mantenerse al margen del proceso electoral? ¿Acaso olvidaron que la señora sigue siendo la mujer del jefe de Estado?
Danilo quería imparcialidad cuando la mujer del Presidente era su adversaria, pero ahora que será su compañera de boleta, quiere que Leonel sea parcial, pero a su favor. Antes Danilo condenaba el uso de los recursos del Estado, ahora los busca y los usa para su favor. (Una cosa es con guitarra y otra cosa es con violín).
A la señora Cedeño la tienen como una margarita deshojada políticamente con el juego de, “me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere”.
Danilo la quiere porque ella es la única que puede subirle dos o tres puntos en las encuestas, por lo menos durante un mes, aunque después se desinfle cuando la campaña comience en serio y los debates adquieran el color de los sombreros, las carteras y las prendas.
Leonel la quiere a su señora de candidata por razones distintas a las de Danilo.
Resulta perverso tan solo pensarlo, pero el plan estratégico de Leonel es, como dije hace meses, “matar dos pájaros de un tiro”. Con Danilo y la señora de candidatos, sabiendo que la derrota electoral es inminente, se despeja el camino dentro del PLD de cara al 2016 cuando podrá optar nuevamente a la Presidencia de la República.