NUEVA YORK – En su encuentro con los medios de cara a su apertura en el Juego 1 de la Serie Divisional contra los Tigres, al as de los Yankees, CC Sabathia, se le preguntó en cuál bateador en particular se enfocaba para que no le hiciera daño.
La respuesta fue clara y contundente.
"Cabrera" contestó Sabathia.
Por supuesto, el zurdo se refería al venezolano Miguel Cabrera, quien se encuentra en el apogeo de una brillante carrera en Grandes Ligas.
"Es uno de los mejores bateadores en la liga", siguió Sabathia. "No quieres que él te gane."
Para nadie es un secreto la proeza de Cabrera con el bate. Desde que subió a Grandes Ligas hace ocho años con los Marlins de la Florida, el oriundo de Maracay ha dado de qué hablar con su producción, primero con el equipo de Miami y desde el 2008 con los Tigres.
El 2011 fue una de sus temporadas más brillantes a nivel individual.
Ganó su primer título de bateo al terminar la campaña regular con promedio de .344. También fue líder en porcentaje de embasarse (por segundo año consecutivo) con .420 y dobles con 48. Ocupó el segundo lugar en OPS (porcentaje de embasarse más slugging) con 1.033, sólo superado por el dominicano José Bautista.
Agréguenle 30 jonrones, 105 empujadas, 108 bases por bolas recibidas y 111 anotadas. Definitivamente, fue otra temporada digna de muchos votos por el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
"Uno siempre trata de mejorar", dijo Cabrera de una manera bastante humilde en el Yankee Stadium. "Bateo, defensa; uno trata de ser consistente en el trabajo."
Su manager en Detroit, Jim Leyland, ha visto eso mismo durante cuatro temporadas y sabe cuáles son los elogios adecuados para su toletero.
"Es una estrella", dijo el capataz. "Es una superestrella que está poniendo números de una superestrella. Es así de sencillo."
Algo que tuvo Cabrera en el 2011-diferente a algunas temporadas anteriores–fue la protección en el lineup de su compatriota Víctor Martínez, quien fue contratado como agente libre en el invierno. Con Martínez (PRO. de .330, 103 empujadas), detrás de él, no fue tan fácil lanzarle incómodo a Cabrera.
"Creo que uno de los factores clave este año que fue de gran ayuda para él fue el hecho de que estuviera Víctor Martínez", expresó Leyland. "Creo que eso fue una gran diferencia. Pero es un gran jugador que está teniendo otro gran año."
Por supuesto, ese gran año no pasó desapercibido en los predios de los Yankees ni su manager Joe Girardi.
"Entendemos la clase de bateador que es Miguel Cabrera y cómo tienes que cuidarte de él", manifestó el piloto. "Creo que la mayor diferencia entre este lineup de Detroit y tal vez el año pasado fue la adición de Víctor Martínez y cómo ha llegado Alex Avila. Pero dicho eso, sí seremos cuidadosos con Miguel Cabrera."
En el caso del Juego 1 de esta serie, no es para menos. En 16 turnos de por vida contra Sabathia, el venezolano lleva nueve hits (promedio de .563) con dos jonrones, 11 empujadas y un doble.
Pero tanto Sabathia como los otros lanzadores de los Yankees saben que no se le podrá dar una base intencional que vez que llegue al plato.
"En algún momento vamos a tener que lanzarle", dijo el relevista de los Yankees, David Robertson, quien es mayormente el encargado del octavo inning de los Bombarderos. "Tienes que enfocarte, hacer tus pitcheos y esperar que no le conecte fuerte.
"Vic es buen bateador también, es un out difícil", continuó el derecho. "Va a requerir de mucho enfoque, cada entrada, cada vez que te enfrentes a estos tipos. Sobre todo estando en la postemporada."
UN REGRESO A LA POSTEMPORADA Cuando José Miguel Cabrera subió a Grandes Ligas en junio del 2003 y formó parte de un equipo campeón de los Marlins-contra todos los pronósticos-no sabía que tendría que esperar ocho largos años antes de volver a la postemporada. Pero por fin ha llegado el momento.
"Se siente bien", comentó el venezolano al respecto. "uno siempre trabaja por esto, por jugar en la postemporada y tratar de correr con suerte aquí."
Cabrera sabe el reto que representa tratar de llegar a la Serie Mundial, sobre todo empezando los playoffs contra un equipo de los Yankees, que terminó con la mejor marca de la Liga Americana.
"Este es otro juego", afirmó. "Hay que jugar un buen béisbol, jugar la pelota chiquita y tratar de ser agresivo en la primera parte.
"Tenemos un buen conjunto", continuó. "Aquí tenemos buenos abridores, tenemos una buena ofensiva, tenemos que jugar una buena defensa y mantenernos en el juego."