El candidato presidencial
del PLD, Danilo Medina,
ha hecho un notable esfuerzo para evadir muchos de los
grandestemas de actualidad, como la
corrupción administrativa, el dispendio presupuestario, el endeudamiento
público, la inseguridad ciudadana, la crisis del sector eléctricoy el abandono de la producción agropecuaria. Falta
ver si hará lo mismo con el gran debate suscitado en torno al proyecto de
presupuesto sometido por el Poder Ejecutivoy la decisión de los senadores peledeístas de aprobarlo sin discusión.
El dos veces secretario de
Estado de la Presidencia ha evitado por todos los medios posibles involucrarse
en el debate de los temas conflictivos del presente. Y cuando lo ha hecho se ha
cuidado de no detenerseen el
diagnóstico de los problemas,y sobre
todo, no señalar culpables.
Las explicaciones de Medina
son dignas del más aventajado discípulo del “padre de la conceptualización
política” tal como lo puso de relieve al hablar sobre la corrupción en un país que, entre 142 naciones evaluadas,
acaba de alcanzar el bochornoso privilegio de ocupar las posiciones 142, 141 y
140 en los renglones de despilfarro en el gasto gubernamental, favoritismo de
los funcionarios del Gobierno y desvío de los fondos públicos. Es decir,
campeón mundial de la corrupción.
Medina explicó que el problema de la
corrupción tiene que ver con una sociedad que no ha podido construir capital
social. “No hay una cultura de
honestidad, y los funcionarios que van al Gobierno y son corruptos es
porque vienen de una cuna que no tiene valores”.Favoreció que “se trabaje por la construcción de una cultura de valores, de
honestidad y de un código de transparencia en la vida cotidiana del
individuo”.Pero nada de castigar a
los corruptos que han hecho desaparecer miles de millones de pesos y dólares al
amparo de una estructura de poder articulada dearriba hasta abajo para facilitar el lucro personal de los funcionarios
públicos.
Al
hablar sobre la seguridad ciudadana, Medina también mostró su habilitad para ignorar
los factores puntuales que han
contribuido a disparar los índices de delincuencia en los últimos siete años,
factores que comienzan con el efectomultiplicador de un Estadodelincuente y con la falta de apoyo a la Policía Nacional, cuyos miembros
siguen dependiendo de una salario que no
les alcanza ni para cubrir el 20 por ciento de sus necesidades primarias.
Al
referirse al tema duranteuna reciente
visita a Estados Unidos, Medina se fue por la víafácil de echarle la culpa al Código Procesal
Penalfavoreciendo su modificación “para que un delincuente no salga con tanta
facilidad de la cárcel”.Como se
puede apreciar,el mismo discurso
reiterado del presidente Fernández.
Con una tónica parecida también tratóel tema de la deuda que tienen las autoridades con
los productores de arroz que se han
declarado en virtual bancarrota.
Según lo cita una reciente reseña de prensa, “Danilo Medinadeclaróque el problema que
afecta los productores de arroz de la República Dominicana no es “fundamental”.
Indicó que en comparación con otros problemas económicos, los recursos que
hacen falta a los arroceros son “chelitos”. Sin embargo, los arroceros, que
están al borde del colapso, piensan todo lo contrario, amén de que su situación
es la misma que afecta a los demás productores agropecuarios, incluyendo los
productores de habichuela, cebolla, papa, leche,pollo, huevo, cacao y los operadores de
transporte y maquinarias agrícolas.
Sobre el crucial problema de la energía
eléctrica, cuyo déficit financiero y de servicio ha llegado a niveles sin
precedentes durante la actual administración, Medinatambién ha optado por asumir la justificación
del Gobierno, planteando que la crisis es producto de la contra reforma
aplicada en el pasado Gobierno deHipólito Mejía y no a
la incapacidad de una gestión que en siete años no agregó ni un solo kilovatio
al parque energético y que durante los últimos cinco años ha registrado undéficit de 5 mil millones dólares.
En relación con el debate del presupuesto
2012y la decisión de los senadores del
PLD de aprobar al vaporel proyecto
sometido por el Poder Ejecutivo, donde apenas se consigna el 2.5 por ciento
para la educación, Danilo
Medina no ha dicho ni
pío, aunque el primer punto del Compromiso por la Educación asumido por los
candidatos presidenciales, establece: “hacer los esfuerzos que estén a su alcance para promover
el cumplimiento del 4% del PIB en el presupuesto del año 2012”. (12 de octubre 2011)