ACCRA, oct (IPS) - La extinción de los cursos fluviales, la disminución
de las reservas subterráneas y la sequía y fuertes tormentas que matan
los distintos tipos de vegetación obligan a las campesinas de Ghana a
consumir mucho más tiempo y energía que antes en la búsqueda de agua y
alimentos.
Para las mujeres ghanesas, el casi desconocido cambio climático significa más trabajo para poder sobrevivir.
"Las mujeres no participan en la toma de decisiones para contener los
cambios de clima, convertido en una amenaza para la subsistencia en los
países en desarrollo", señaló el director ejecutivo de la Fundación
Abibimman, Kenneth Nana Amoateng. Pero son las que deben improvisar
soluciones y responder a los desafíos impuestos por este fenómeno.
La mayoría de las mujeres perjudicadas por la variabilidad climática
carecen de representación o quedan fuera de las políticas y programas
estatales, diseñados para contener sus consecuencias.
La pescadora Akos Matsiador, de 40 años, perdió su vivienda el año
pasado, cuando el aumento imprevisto del nivel del océano Atlántico se
abatió sobre la aldea de Horvi.
"La corriente fue tan fuerte que sumergió toda la aldea. Canastas con
pescado ahumado que tenía almacenado para vender a mujeres de otras
aldeas terminaron en el mar", relató Matsiador. No solo perdió la
vivienda sino que quedó sin su fuente de ingresos.
Matsiador y otras víctimas de esta especie de maremoto, como Mercy
Hlordzi, quien perdió a su marido además de su fuente de ingresos, viven
en una cabaña cerca de la casa del jefe de la aldea. "Estamos ahí, pero
no hacemos nada porque el mar destruyó nuestro trabajo", se lamentó.
Ellas, al igual que otras mujeres que pasaron por lo mismo, esperan
que el gobierno intervenga y las ayude a iniciar la actividad.
Sus voces no están incorporadas al discurso y a los procesos para
contener el cambio climático pues saben muy poco, o casi nada, del
fenómeno y sus consecuencias en la vida cotidiana.
A fin de ofrecerles ayuda, la Fundación Abibimman, junto con la
organización ambientalista Greenpeace y otras entidades no
gubernamentales, realizaron el lunes lo que se llamó Sesiones sobre
Mujeres y Justicia Climática, en la ciudad de Tema, en la costa
atlántica. Mujeres de varios pueblos y aldeas del país pudieron
compartir sus respectivas experiencias en esta actividad.
La última estación seca desecó fuentes y cursos de agua y hasta dejó
grietas en la tierra, señaló Memuna Sandow, integrante del área
electoral de Wulugu, en el distrito de West Mamprusi, en el norte de
Ghana.
"La sequía hizo que se echaran a perder alimentos, cultivos y animales, elementos básicos para sobrevivir", señaló.
"Ellas cuidan el ambiente más que los hombres, pero a la hora de decidir, no las toman en cuenta", se lamentó Sandow.
La falta de conocimiento sobre el cambio climático las tiene paralizadas, sin saber cómo luchar contra el fenómeno, apuntó.
Por eso es necesario que el Estado las incluya en el diseño y la
implementación de políticas y programas contra el cambio climático,
remarcó. "La poca participación de mujeres en los procesos de decisión
tiene consecuencias negativas sobre las medidas para combatirlo", añadió
Sandow.
"Es un hecho indiscutible que las mujeres son las más pobres de las
comunidades que subsisten en base a recursos naturales", coincidió la
ministra de Asuntos de Mujeres e Infancia, Juliana Azumah Mensah.
En tanto que signatario de varias convenciones internacionales, Ghana
accedió a incluir la perspectiva de género en las investigaciones sobre
el impacto del cambio climático, indicó.
Las autoridades consideran incluir mujeres en el desarrollo de
criterios de financiación y distribución de recursos para iniciativas
tendientes a contener las consecuencias del fenómeno ambiental, informó
Mensah.
"Espero que el resultado de las sesiones sobre cambio climático se
traslade a los organismos adecuados para comunicar planes a la asamblea
nacional, así como a las locales", remarcó.
"Tenemos que considerar la tierra no como herencia de nuestros padres
sino como valor que pedimos prestado de nuestros hijos y que estamos
obligados a devolverles", reza un viejo proverbio chino mencionado por
Amoateng.
(FIN/IPS/traen-vf/jao/nk/af ip dv en wo kp fe/11)
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