Ha habido mucha discusión sobre los
comentarios de la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, sobre los
migrantes haitianos en la República Dominicana. Pienso que sería de gran utilidad
retornar y repasar lo que ella dijo sobre este tema.
Antes que nada, es importante
destacar que la secretaria Clinton no emitió una declaración sobre los
migrantes haitianos, como han alegado muchos en la prensa. En realidad, ella
celebró una conferencia de prensa tras su comparecencia en la reunión
ministerial “Caminos a la Prosperidad”, el 5 de octubre. Su declaración inicial
en dicha conferencia de prensa se refería a la reunión ministerial.
Durante la rueda de prensa cuatro
periodistas –dos dominicanos y dos estadounidenses– hicieron preguntas.
Uno de los periodistas dominicanos
preguntó sobre la audiencia que se celebrará la semana próxima en la Corte
Interamericana de los Derechos Humanos relacionada con los casos de individuos
de ascendencia haitiana en la República Dominicana que una vez tuvieron
documentación que los reconocía como ciudadanos dominicanos pero que han tenido
dicha documentación, y hasta su ciudadanía, revocada o no renovada. A
continuación, las palabras iniciales de la Secretaria al contestar la pregunta:
“Creo que debemos comenzar con el reconocimiento de que la República Dominicana
fue extraordinariamente generosa y atenta con los haitianos después del
terrible terremoto.
La República Dominicana, tanto a
través del gobierno, a través de sus fuerzas armadas, a través de su sector
privado, a través de ciudadanos individuales, fue uno de los primeros que
respondió a la terrible tragedia que afectó a la población haitiana.
Así que sabemos que en su momento más
terrible de necesidad, Haití recibió la ayuda de un vecino con la que comparte
esta hermosa isla”.
Sorprendentemente no he visto mucho
del párrafo anterior citado en los periódicos. La Secretaria también dij
“Estoy muy consciente de que hay preocupaciones muy serias acerca de los
derechos humanos de los haitianos, y en particular los que han estado aquí el
tiempo suficiente para ser –para haber nacido aquí y haber vivido aquí”.
En realidad existe preocupación en la
comunidad internacional, y en la sociedad civil de aquí, respecto a posibles
violaciones de derechos humanos de dichos individuos quienes durante largo
tiempo han sido reconocidos por el Gobierno dominicano como ciudadanos
dominicanos pero quienes han tenido problemas en la renovación de su
documentación y que, en algunas ocasiones, han experimentado la revocación,
confiscación o descalificación de su documentación. Estos serán los temas que
se tratarán durante la audiencia que se celebrará ante la Comisión
Interamericana de los Derechos Humanos, el 24 de octubre.
La Secretaria continuó describiendo
la situación.
“Y no ponemos en duda que toda nación
tiene un derecho, un derecho soberano, para establecer las leyes relativas a la
seguridad fronteriza, respecto a su nacionalidad, pero también creemos que cada
nación tiene la obligación de proteger los derechos humanos de los migrantes. Y
por lo tanto, debe haber una resolución que reconozca esos derechos humanos y
esperamos que podamos alentar al Gobierno de la República Dominicana para buscar
formas de resolver estas cuestiones pendientes de la residencia y la
ciudadanía. Sé que hay un debate sobre lo que sucedería a los migrantes que
fueron despojados de sus derechos de residencia por naturalización. Yo sé que
la Constitución haitiana parece sugerir que una vez que se nace haitiano,
siempre se es haitiano, y siempre se tiene el derecho a ser considerado
ciudadano de Haití”.
Yo he pasado gran parte de mi vida
trabajando en los Estados Unidos a favor de los derechos de los migrantes
hispanos, incluyendo de aquellos de origen dominicano. Y, al leer lo formulado
más arriba, no puedo pensar en una mejor descripción del balance entre los
derechos y las obligaciones que tiene una nación en la formulación de sus
políticas hacia los migrantes. Los Estados Unidos confronta estos temas a
diario, y yo sería el primero en decirles que no siempre lo hacemos de la
manera correcta.
Sin embargo, la secretaria Clinton,
el presidente Barack Obama y yo, hemos estado en el lado correcto de estos
debates.
Finalmente, la Secretaria concluyó:
“Así que estos son cuestiones muy difíciles y complejos, y los Estados Unidos
es amigo de Haití y de la República Dominicana, y queremos animar a una
resolución justa de estas cuestiones para que los derechos de las personas sean
reconocidas, y que también sea respetado el derecho de una nación de controlar
sus fronteras y sus leyes internas. Gracias”.
Eso fue todo lo que dijo la
Secretaria.
A la pregunta sobre los derechos de
los dominicanos de ascendencia haitiana, la Secretaria respondió describiendo
la situación tal y como ella la ve, y como la ve los Estados Unidos y gran
parte de la comunidad internacional.
Respondió como una amiga, en
representación de un país amigo de la República Dominicana, una nación de
inmigrantes y que, por ende, tiene algo que ofrecer.
Espero que sus palabras, reportadas
aquí tal y como se pronunciaron, y no como algunos en la prensa se lo
imaginaron, pueda desatar un diálogo positivo con miras hacia el futuro.
NB: Las citas que aquí aparecen son
una fiel transcripción de las respuestas de la Secretaria Clinton durante la
rueda de prensa del 5 de octubre en Santo Domingo.
El autor es embajador de los Estados
Unidos en RD.
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