Trece soldados estadounidenses murieron el sábado en un atentado suicida en la capital afgana, el más mortífero contra las fuerzas encabezadas por la OTAN en los diez años de guerra en Afganistán.
"Podemos confirmar que 13 miembros de las Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) han muerto", dijo un portavoz de la ISAF en Kabul, sin dar más detalles.
Un portavoz del Pentágono confirmó después que los 13 fallecidos eran estadounidenses.
Tres civiles y un policía también fallecieron en el ataque contra un convoy de vehículos militares, dijo un portavoz del Ministerio del Interior afgano.
Excluidos ataques aéreos, se trata del incidente con más muertos contra tropas extranjeras desde el comienzo de la guerra en 2001.
Los atentados letales son relativamente poco habituales en el blindado Kabul, frente al sur y el este de Afganistán, pero las muertes del sábado se producen menos de dos meses después de que los insurgentes lanzaran un asalto de 20 horas contra la embajada estadounidense en la capital.
El ataque contra el convoy de la ISAF se produjo a última hora de la mañana en la zona de Darulaman, en el oeste de la ciudad, cerca del museo nacional.
El antiguo palacio real, hoy en ruinas, está también en el área, además de varios departamentos gubernamentales y bases militares afganas y extranjeras.
Los talibanes se atribuyeron después la responsabilidad de la acción, asegurando que habían colocado un vehículo con 700 kilos de explosivos.