En más de una reunión, autoridades civiles y militares han hablado seriamente sobre el peligro que representa para sus intereses que Hipólito Mejía vuelva a la presidencia de la República, como todo parece indicar.
La preocupación toma ribetes dramáticos porque el candidato oficialista, a pesar de la inversión cada vez mayor en propaganda, publicidad y manipulación de la opinión pública, permanece estancado, sencillamente no crece. Apenas ha subido dos puntos en dos meses.
En una de las reuniones convocadas sobre todo para tratar el asunto, se habló de profundizar la campaña sucia utilizando elementos de la vida privada del candidato, sean falsos o verdaderos, recoger fílmicas del pasado, editarlas para presentar una imagen distorsionada. Recurrir al rumor público con el tema de una supuesta enfermedad terminal o cualquier otra cosa impactante.
“Tenemos el poder, tenemos los recursos, tenemos los medios de comunicación, tenemos los periodistas, y tenemos los expertos en rumorología, marketing político para derrotar al loco ese”, dijo uno de los cabecillas.
Otro agregó: “Hagamos lo que tengamos que hacer para que luego no tengamos que llorar como gallinas lo que no pudimos defender como hombres”.
“Los organismos de seguridad del Estado trabajan en recabar informaciones y datos concretos para ver de què manera lo presentamos como el candidato del narcotráfico, pero no ha sido posible. El hombre se cuida mucho.” añadió,
“Hay que provocarlo para que se dispare y diga dos o tres barrabasadas que luego magnificaremos en los medios de comunicación. Ponerle un servicio con cámara que lo siga las 24 horas. Enviar a los periodistas a su casa o a sus oficinas para que lo provoquen. Que le metan un micrófono en la boca. Además, hay que ver si Pepe Goigo le da un trompón a un periodista que ojalá sea mujer”, recomendó otro.
29 Octubre 2011