El cerco contra el régimen dictatorial de Siria se va
estrechando. Este sábado la Liga Árabe ha decidido suspenderlo de este
organismo multilateral y le ha exigido que ponga fina a la violencia contra la población.
En esa nación existe una revuelta popular a la que se
ha respondido con represión en la que han muerto cientos de sirios. Con la decisión
de este sábado se da un giro inesperado
a la presión global sobre el presidente Bashar el Asad.
Se informo que la Liga impondrá sanciones
económicas y políticas sobre el Gobierno de Asad y pidió a sus estados miembros
que retiren a sus embajadores de Damasco, dijo el primer ministro de Qatar, el
jeque Hamad Bin Jasim. El líder qatarí indicó que la suspensión entraría en
vigor el 16 de noviembre.
"Hemos sido criticados por tardar
demasiado pero esto se debía a nuestra preocupación por Siria", afirmó a
periodistas en El Cairo, señalando que se necesitaba una mayoría para aprobar
estas decisiones.
"Convocamos a todos los partidos de
oposición de Siria a una reunión en la sede de la Liga Árabe a fin de acordar
una visión conjunta para el periodo de transición", sostuvo Jasim.