El
presidente de la República está convencido de que todos los hombres y todas las
mujeres tienen un precio; que comprando a las personas se corrompen las instituciones. Lo hizo con la
mayoría del Comité Político y el Comité Central del Partido de la Liquidación
Dominicana; Lo hizo con el Congreso, la Cámara de Cuentas, la Justicia, las
Fuerzas Armadas, la Policía, la Iglesia y la Prensa, el Tribunal Superior
Electoral, que aun no se escoge, y con una parte de la Junta Central Electoral. Compró
al Partido Reformista, pero las bases de esa organización decidieron apoyar a
Hipólito.
Con
todos esos poderes Leonel pretende
mantenerse en el gobierno a cualquier precio, colocando un presidente títere, como lo hizo Trujillo muchas veces, sin personalidad y sin carácter, incapaz de
oponerse a sus caprichos y ambiciones. Como dije antes, en un de Danilo y
Margarita, la última palabra la tendrá Leonel. Y en su defecto, Félix Bautista,
su lacayo favorito.
Al
ritmo que va la cosa, los 40 mil millones que Leonel gastará en la campaña para
continuar en el poder, no bastarán. El gobierno ha invertido más de dos mil
millones de pesos en comprar la percepción comprando encuestas y encuestadores
para colocar en primer lugar a Danilo. Pero nadie le cree. Al fracasar le cayeron atrás a la firma
Gallup, dispuestos a dar lo que sea. (¡Pide por tu boca que esa boca es tuya!)
Estaban tan convencidos de que los resultados
les serían favorables que la semana pasada uno de los voceros de Danilo dijo en un programa oficialista de televisión
que en la Gallup tendrían más de diez puntos por encima de Hipólito. El propio
Danilo aseguró que como habría prometió en
noviembre se alejaría en las encuestas y que nadie le vería la placa pues iba
en un Mercedes 600 de 12 cilindros con “gasolina de la buena”.
Los
resultados volvieron a serle adversos a pesar de los esfuerzos cabildeando,
presionando, chantajeando y ofreciendo sumas millonarias exorbitantes. La
Gallup, patrocinada por el periódico Hoy, no lo puso donde el gobierno creyó
que estaría al candidato oficialista.
No
quiero especular, pero por las informaciones que tengo, parece que el gobierno
llegó al precio de no sé quien o quienes., pues de lo contrario la diferencia
entre Hipólito y Danilo habría sido entre 10 y 12 puntos.
El
gobierno hizo una labor increíble para acercar lo más que se pudiera a Danilo
con Hipólito. No se hizo –a mi juicio-, porque habría sido un escándalo.
Ponerlo en primer lugar, como quería el gobierno, no era posible. El dinero no
podía comprar eso.
De
todos modos quiero preguntar, sin ganas de joder, ¿por qué hubo que repetir la encuesta? ¿Por
qué se hizo dos veces? ¿Cuáles fueron los resultados del primer trabajo de campo?
¿Por qué se ordenó volver a determinadas zonas para preguntar de nuevo las
preferencias electorales? ¿Podría alguien con autoridad y honestidad decirme
qué pasó?
El
candidato del PRD, que no es tonto, ordenó varias encuestas para medir el
impacto de la mujer del presidente como candidata vicepresidencial y los
resultados no dejaron lugar a dudas: ¡Menos de un dos por ciento!
Danilo seguirá chupándose el Presupuesto
Nacional, pero no podrá comprar la voluntad popular. El 98% de los miembros y
simpatizantes del PRD apoyan a Hipólito Mejía. Lo dicen las encuestas. Las
bases del PRD, junto al pueblo, han decidido sacar al Partido de la Liquidación
Dominicana del poder. . ¡Y no hay dinero del mundo que pueda hacer variar esa
decisión!