<p style="font-weight: bold;">El
candidato presidencial del gobierno, Danilo Medina, si algo ha demostrado en
los meses que lleva la campaña electoral, es inconsistencia política, falto de
carácter yde liderazgo,elementos fundamentales para cualquier
aspirante a la presidencia de un país.
Desde
que el Estado lo venció en la lucha por la nominación presidencial de su
partido, rompió con Leonel y su grupo., razón por la cual no participó en la campaña electoral que
“ganó”, tras invertir miles de millones de pesos del presupuesto nacional,
Leonel Fernández. Tanto es así, que anuló su voto cuando mostró la boleta para
que se viera en televisión que lo hacía por su partido, no por el de la
oposición.
Muchos
pensaron que la ruptura era, no solo política, sino moral cuando habló del
dinero que utilizó Leonel para vencerlo.De igual manera cuando calificó de “basura” a los tránsfugas que lo
abandonaron para irse tras el dinero del presupuesto nacional. Hasta yo pensé
que Danilo andaba tras los pasos de Juan Bosch cuando aseguró que no iría “al
Palacio a robar” en caso de alcanzar la presidencia de la República.
Verlo
ahora abrazado al sector que utilizó los recursos del Estado para vencerlo, es
penoso. Verlo arrodillado ante los tránsfugas que calificó de “basura”, es más
que doloroso; verlo ahora sumiso ante los que han ido al“a Palacio a robar”, no tiene calificativo.
El
dinero del Estado, que antes se utilizó para vencerlo, Danilo ahora lo
reclamapara vencer al candidato opositor,
demostrando su inconsistencia tanto política como moral. Si el dinero del
Estado era malo cuando sirvió para robarle la candidatura, tiene que serlo
ahora para robársela a otro candidato.
En
buena lid, Danilo no tiene ninguna posibilidad de ganar las elecciones. No sólo
porque no tiene condiciones, sino porque arrastra un fardo muy pesado. Echarse
sobre sus hombros al gobierno de Leonel y sus lacayos, es una descalificarse
política y moralmente.
Sin
lugar a dudas, Leonel es la negación del pensamiento y la práctica del
fundadordel Partido de la Liberación
Dominicana, Juan Bosch.Leonel es la
negación del pensamiento de los padres de la patria, de los héroes de la
Restauración, de los mártires de las Manaclas, de los combatientes de la
revolución de Abril, y de los guerrilleros de Caracoles que encabezó Caamaño.
Danilo
le vendió su alma al diablo a cambio de los recursos del Estado. Sacrificó los
principios por dinero. Y pagará su precioen las urnas cuando el pueblo vote en su contra por ser más de lo mismo
de lo que todos estamos hartos. Danilo no es el cambio, es más Leonel, es más
Félix Bautista, es más Víctor Díaz Rúa, es más Bautista Rojas, etc.
Créanme
que lo digo con tristeza, Danilo es un fraude. Se vendió como la diferencia
entre el bien y el mal. Y resultó ser aliado del mal, no del bien. Creí en sus
palabras cuando dijo que marcaría la diferencia, que no iría al “Palacio a
robar”, pero se rodea de ladrones, con una que otra excepción; que combatiría
la corrupción, pero, con las mismas excepciones, se rodea de corruptos. Dice
que “continuará lo que está bien”, pero no dice que es lo que está bien, que
“corregirá lo que está mal”, pero no dice que es lo que está mal, que hará lo
que “nunca se ha hecho”, pero no dice que es lo que nunca se ha hecho.