Si
las elecciones presidenciales de mayo próximo fueran limpias Hipólito Mejía las
ganaría con más del 60%. Pero ocurre que las elecciones no serán limpias. Serán
más sucias que las aguas que corre por el contaminado río Ozama.
El
Partido de la Liquidación Dominicana, con Leonel y Danilo al frente, están
decididos a comprar, al precio que sea, las elecciones. Saldrán casa por casa,
patio por patio, callejón por callejón, mesa por mesa electoral, comprando votos
y alquilando conciencia.
Leonel y Danilo están dispuestos a comprar la
voluntad popular. Dinero no le falta. Ni voluntad.
El
presidente Leonel Fernández,
acostumbrado a corromper a los demás, a utilizar el dinero del Estado para las
trampas y los fraudes electorales,
aseguró en Nueva York que retendrá el poder utilizando 40 mil millones de pesos
del presupuesto nacional y una ayudita que le pidió al gobierno de
Venezuela para asfaltar las calles del
país. Habló de millones de raciones de comida para los pobres muertos de hambre
que irán a votar.
En
realidad el gobierno tiene programado gastar alrededor de 60 mil millones de
pesos para “ganar” los comicios del 20
de mayo. Leonel y Danilo preparan un matadero electoral.
Todas
las carreteras del país están saturadas de vallas y afiches del candidato
oficialista, al igual que todos los municipios y distritos municipales,
incluyendo Santiago y Santo Domingo. Desde la capital hasta Puerto Plata en
cada poste de luz, hay un afiche de
Danilo, cada dos o tres kilómetros hay
una valla de Danilo. Lo mismo en la carretera del Sur y del Este. Al rostro de
Danilo agrede y contamina.
En la radio y la televisión, por cada spots de
Hipólito hay más de cien de Danilo. En la prensa escrita no hay publicidad de
Hipólito, pero todos los días aparecen páginas completas, medias páginas,
cuarto de páginas y cintillos con la figura de Danilo o de la mujer de Leonel.
A todo eso debemos sumarle el uso de los
medios de comunicación intervenidos por el Estado que están al servicio
exclusivo de Danilo. Y como si fuera poco, la prensa escrita donde el gobierno
invierte miles de millones de pesos, con poca excepción, está apoyando la candidatura oficial.
Lo
que está gastando el gobierno en la campaña electoral es inmoral. Danilo no
tiene manera de justificar una inversión tan descomunal. Frente a ese hecho
aberrante, la Junta Central Electoral, no dice, ni hace nada. Le falta un marco
jurídico para actuar. El Congreso, controlado por Leonel y Danilo, no aprobará
la Ley de Partidos, ni modificará la Ley Electoral que regule el gasto de la
campaña y el uso de los recursos del Estado.
El
Partido Revolucionario Dominicano no puede permitir que el gobierno lo acorrale
con el uso de los recursos del Estado, no puede permitir que Leonel y Danilo
salgan a las calles libremente a comprar unas elecciones que tienen perdidas.
Con
todos los poderes mediáticos a favor de Leonel y Danilo, sin un marco
regulatorio, no hay condiciones para unas elecciones libres, plurales y
democráticas.
El
PRD tiene que empantalonarse, iniciar una línea de masas, tomar las calles,
hacer oposición dura, sin contemplaciones. El PRD tiene que iniciar una campaña
internacional de denuncia para quitarle la máscara de civilista y demócrata a
Leonel Fernández. La Internacional Socialista y otras entidades amigas del PRD
tienen que saber lo que está pasando.
Leonel
y Danilo saben que en buena lid no ganarán; saben que el pueblo los rechaza;
saben que el cambio va; saben que si dejan que el pueblo vote libremente sin presiones,
chantaje, violencia y compra de conciencia, Hipólito ganará las
elecciones mucho a poco. Para impedir que eso ocurra harán lo que sea, incluso
matar.
No
exagero si digo que Leonel y Danilo ponen en peligro la democracia y la
relativa paz que vive el país si
intentan, como estoy seguro, robarse las elecciones. No exagero.