<p style="font-weight: bold;">Aunque hacia el exterior reine la armonía, y
las cosas se estén haciendo como Dios manda, sin mayores contratiempos, sin
recelos, siempre hay “su conconcito” por dentro; su “run run”, como dirían
algunos. No hay duda. Y más si nos referimos a la coexistencia en el habitat
político.
El equipo de
Danilo Medina, el equipo de Leonel Fernández, o el equipo del PLD. Se dirá que
es la misma situación, el mismo conjunto de cosas e individuos. En la actual
coyuntura, ¿cuál de ellos domina, digamos en la dinámica y/o estrategia en lo
que tiene que ver con el candidato presidencial?
Algo hay de ciert el equipo de Leonel se ha
sumado “en cuerpo y alma” al candidato del partido. ¿Hay recelos con los
danilistas de ‘adentro’? Los organismos
del partido, sin duda, tienen mayoría de gente que es afin a Leonel.
A nivel extra
partido siempre hay comentarios. Algo que se debe tomar en cuenta es que en
política la confianza y la sonrisa sincera no siempre se escriben igual. En
ocasiones, en el mundo politiquero un resabio tiene más de legitimidad.
Danilo Medina es el candidato, Leonel es el
líder del partido. La primera categoría es pasajera, con tiempo limitado. Los
liderazgos son a largo plazo.
El ahora
candidato del partido oficial lanzó rayos y centellas contra Leonel y su equipo
cuando fue derrotado en las primarias para las elecciones de mayo de 2008.
Lo menos que
dijo fue que el oficialismo se había impuesto en el proceso interno del PLD por
obra y gracia del uso de los recursos del Estado.
Ahora las cosas
son diferentes, pues los dos bandos que se contrariaron en aquella ocasión se
han nucleado para apoyar al candidato Danilo Medina. Eso lo ha visto el país
entero.
Claro está, ni
por asomo se parecen las desavenencias que hubo en el PLD a las divergencias
que afloraron en tiempos en que Salvador Jorge Blanco mandaba en el Palacio
Nacional, Jacobo Majluta en el Congreso y Peña Gómez en el PRD. En 1986 se
desataron los demonios en el partido blanco, con funestos resultados para todos.
Balaguer volvió, y por diez largos años.
Un triunfo de
Danilo en las elecciones de mayo de 2012 prolongaría el tiempo del PLD en el
ejercicio del poder y, sin necesariamente tener que pecar de injusto, Leonel
pasaría a un plano secundario en su condición de principal figura dentro del
peledeismo. Si Danilo se instala en Palacio y hace un buen gobierno, serán
puntos positivos para él, pero en caso contrario, lo negativo se les pegará
tanto a él como a Leonel.
En caso de que
Hipólito Mejía gane las elecciones, Leonel pasaría a ser el principal líder de
la oposición, con amplia raigambre en el espectro político nacional e
internacional.
En tiempos recientes se han hecho encuestas
cuyos resultados dieron ganador en primera vuelta a uno de los candidatos que
terciarán en las elecciones. Pero la mayoría de los sondeos de opinión
concluyen en que habrá necesidad de una segunda ronda de votación.
Por esa situación, los contactos en procura de
alianzas han estado en las agendas de los dos candidatos principales. Aún
cuando había temores en cuanto a que el Bloque Progresista tenía reservas para
apoyar al candidato del PLD, a menos que Leonel Fernández optara por la
reelección, una vez proclamado Danilo ha habido un acercamiento de la mayoría
de esas pequeñas organizaciones.
Salvo la APD de Max
Puig, Danilo ha asimilado el apoyo de todas esas siglas: FNP, BIS, UDC, PQDC, MIU,
PTD, PDP, PAL, PPR, PLRD, PASOVE, PUN.
Analistas aseguran que la inclusión de la
Primera Dama Margarita Cedeño como compañera de fórmula de Danilo opaca la
proyección de éste, tomando en cuenta que las encuestas dan un porcentaje muy
por encima y distanciado del que obtiene el candidato peledeista frente a su
principal rival de la oposición.
Con todo y eso,
Danilo ahora mismo tiene mayor posibilidad que la que tenía en el 2000 de alzarse
con el poder. En aquella oportunidad perdió de Hipólito Mejía, 49 contra 24.
Un hecho a tomar
en cuenta es que Joaquín Balaguer ya no está en el firmamento político y su
partido, el PRSC, luce muy disminuido, al extremo de que no llegó al 5% en las
últimas elecciones presidenciales.
Aún cuando Leonel Fernández estaba en el poder
para las elecciones de mayo de 2000, el Danilo candidato de aquel entonces se
hizo acompañar en muchos de sus recorridos de quien todavía no tenía la
ascendencia significativa como líder político.
Pero hoy día las cosas son distintas, y
se dice por ahí que, aún con las contrariedades y los comentarios que pueda
desatar la ascendencia de Margarita Cedeño al lado de Danilo, éste podría
revertir el panorama a su favor si el Presidente Fernández decide sumarse de
lleno a la campaña al lado del candidato de su partido.