<b>Caracas, 2 dic (PL) El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, llamó hoy en esta capital a jugar las cartas de la unidad de América Latina y el Caribe y fomentar la integración física de la región.</b>
Al intervenir en la primera sesión de deliberaciones de la cumbre fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Santos manifestó que esta integración no es contra nadie.
"Esta integración no puede ser contra nadie. Esta integración es a favor nuestro. Esto no es contra la OEA (Organización de Estados Americanos), no es contra la Cumbre Iberoamericana", subrayó.
Es -agregó- una integración a favor de América Latina y el Caribe, y si jugamos con esa actitud proactiva, positiva, vamos a llegar mucho más lejos, acotó.
Hay un huracán que golpea las economías industrializadas, mientras allá hacen un esfuerzo por no entrar en recesión nosotros tenemos crecimiento, eso no da una gran oportunidad para llegar con una cartas y hablarle al resto del mundo, puntualizó Santos.
A su vez, explicó que la coyuntura actual confirma la oportunidad de que ésta sea la década de América Latina, pero ello en su opinión dependerá de que la región "juegue las cartas bien".
"Nuestros enemigos están a la vista. Nuestros enemigos son la desigualdad; deberíamos tener vergüenza de ser el continente más desigual del mundo. Nuestro enemigo es la pobreza, nuestro enemigo es el narcotráfico", señaló.
PRESIDENTA DE BRASIL VALORA ENCUENTRO
Mientras que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que los sueños y los ideales de integración por los cuales lucharon tantas generaciones comienzan a ser realidad con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
"Nosotros comenzamos a transformar esos sueños en realidad y debemos asumir el compromiso de transformarlos en realidad", subrayó Rousseff al intervenir en la tercera Cumbre de América Latina y el Caribe, que durante este encuentro se fusionará con el Grupo de Río para crear la Celac.
Con la Celac estamos agregando una dimensión de gran significado a nuestro patrimonio de realizaciones comunes, aseveró la presidenta brasileña, quien resaltó la necesidad de avanzar con voluntad política.
Sabemos que la integración no es un proceso sin dificultades, no es un camino de facilidades, sino que es una construcción continua, paciente, siempre con el respeto a la pluralidad, de manera que todos los estados se sientan confortables en seguir emprendiendo esfuerzos en bien de la unidad, subrayó.
Además, prosiguió, esa integración no debe beneficiar solo a algunos países, a los de economías más desarrolladas, la cuales -indicó- no pueden absorber, ni subordinar, ni tampoco tutelar a sus vecinos, como estamos viendo sucede en partes del mundo que se llaman de civilizadas.
"Tenemos que avanzar en un proceso de fortalecimiento, de creación de un nuevo proyecto de crecimiento solidario, en el cual la prosperidad de unos produzca también la prosperidad de todos", subrayó Rousseff.
La presidenta ofreció la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana, de Foz de Iguazu, para la formación de jóvenes de los 33 países miembros de la Celac.
Actualmente ese centro de estudios tiene matriculados alumnos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.Para concluir su discurso, Rousseff utilizó el título de una obra del Premio Nobel de Literatura 1982, el colombiano Gabriel García Máquez, al puntualizar: "No tendremos otros 100 años de soledad, tendremos 100 años de integración".oda/ale