SANTO DOMINGO.- El empresario Luis Alvarez Renta, quien guarda prisión en la cárcel de Najayo, se encuentra en riesgo de sufrir una parálisis permanente a consecuencia de una afección en la columna vertebral, pero las autoridades de la Dirección de Prisiones han rehusado ofrecer las facilidades para que pueda ser intervenido quirúrgicamente en un hospital de Santo Domingo, reveló el abogado Eric Raful.
Explicó que el lunes 5 de Diciembre se intentó celebrar una audiencia de recurso de amparo incoada por Alvarez Renta con el propósito de que se le autorizara a trasladarse de emergencia al Hospital Luis Eduardo Aybar, donde sería sometido una cirugía por el doctor José Joaquín Puello, pero la vista fue suspendida luego que los abogados del Banco Central y de la Dirección General de Prisiones recusaran al juez competente. La operación había sido programada en el Hospital Público para el próximo 10 de Diciembre.
Como resultado de la recusación el Juez actuante, magistrado Eduardo Sánchez Ortiz , declaró cerrada la audiencia hasta que sea decidida la misma por la Presidencia de la Corte de Apelación.
De acuerdo al licenciado Raful, el financista tiene tres años tratando de lograr que se le autorice esta operación, la cual ya le había sido negada dos veces anteriormente, a pesar de que su dolencia había sido detectada y confirmada por los médicos de la Dirección General de Prisiones.
Indicó que las autoridades han desconocido una recomendación formal presentada al Gobierno dominicano por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, que el Gobierno Dominicano acogió y se comprometió a materializar.
Una comunicación dirigida al Gobierno por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, el pasado 18 de octubre, expone que “en atención a la condición de salud del señor Alvarez Renta y al hecho de que se encuentra privado de libertad, la CIDH solicita al Estado Dominicano que por razones humanitarias facilite el tratamiento necesario, de acuerdo con lo que dispongan las autoridades competentes”.
“En base a esta carta de la CIDH, Alvarez Renta le solicitó al Juez de la Pena de San Cristóbal, y a la misma Dirección General de Prisiones, conformar una junta de médicos escogidos y pagados por el Estado para que dictaminaran sobre su enfermedad y se procediera a actuar de acuerdo a ese dictamen. El Juez de la Pena ordenó que se llevara a cabo lo solicitado, pero la Dirección de Prisiones desacató la orden del Juez, y no hizo nada. Luego de intimarlos a cumplir con la orden del Juez, el señor Alvarez Renta interpuso el recurso de amparo”, apuntó el licenciado Raful.
Y agregó que ante “el hecho de que la Dirección de Prisiones no cumplió con la orden del Juez, Alvarez Renta acudió el 16 y 22 de Noviembre pasado, a los reconocidos Neurocirujanos dominicanos José Joaquín Puello y Giancarlo
Hernández, quienes dictaminaron que era necesario llevar a cabo, de inmediato, una cirugía denominada laminectomía lumbar”.
El doctor Hernández envió una comunicación al tribunal, y el doctor Puello asistió como testigo, declarando a la prensa presente que “la opinión médica es que se requiere de una cirugía porque de otra manera el señor Alvarez Renta corre el peligro inminente de quedar invalido de la cintura para abajo”.
En su informe escrito, el Dr. Hernández señaló que, “la situación de la enfermedad requiere de una intervención quirúrgica inmediata, ya que de lo contrario, al estrecharse más o cerrarse el canal, se van a producir daños neurológicos severos que pueden resultar en la parálisis del paciente”.
“Estos informes son adicionales a los de los mismos médicos del Estado, y a informes anteriores emitidos por numerosos médicos e instituciones, incluyendo los doctores Giovanni Ureña y Ramón Yunén de CEDIMAT, Santiago Valenzuela de Corazones Unidos, y el prestigioso Centro de Salud John Hopkins el cual estableció, el 28 de Julio pasado, no solo el peligro de parálisis sino el de la misma vida del señor Alvarez Renta”, precisó el jurista
Entre los testigos citados por el licenciado Alvarez Renta asistieron la doctora Maritza Arbaje, quien está encargada de las terapias que recibe el paciente, y el doctor Gilmer Romero, quien era el Director del Consultorio Médico de Najayo cuando se le descubrió la enfermedad.