<span style="font-weight: bold;">Las vicisitudes
de Danilo Medina, candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana,
aún no terminan ni parece que vayan a terminar por ahora. Los indicadores
apuntan a que cargarácon sus pesares
hasta el final de la ruta, fijado para el veinte de mayo.Quienes deberían ser sus cirineos
representan, precisamente, los auspiciadores del malestar.</span>
Trasla carrera de obstáculosque hubo de vencer hastaalcanzarla candidaturapresidencialde su partido, Medinasufre el percance de tener que asumir en su
entornoa los dirigentes a los que-si llegara a gobernar- sometería a la
justicia, de acuerdo a sus palabras,por
los hechos impuros cometidospor éstos comofuncionarios del gobierno.
La estructura
política del presidente Leonel Fernándezha cargado con el candidato presidencial del PLD. Los mismos que antes
lo apocaron ahora lo opacan. Lo más notorio es la imposición de la esposa del
mandatario como candidata a la vicepresidencia de la República,entre lascondicionespara soltaren la campaña losvastos recursosde que disponen.
La señora
Margarita de Fernández maneja tantos recursos y poder que le ha permitido
saltar del anonimato a figura de primer orden.Medina es, hace muchotiempo, un
dirigente consumado, un estratega, un armador políticoque bastante trabajó en la construcción del
puenteque permitió aLeonel Fernández pasar hacia la cima del
poder.
No es tradición
en la política dominicana la proclamación pomposa del candidato a
vicepresidente, como ocurrió el 27 de noviembre con Margarita de Fernández.
Algunos dirán que ese hechoes parte de
“lo que nunca se hizo”, un lema de campaña de Medina.El entusiasmo de la maquinaria política del
Presidente Fernández ha venido opacando la presencia de Medina.
Algunos informes
señalan que ciertas encuestas, de las que no se publican,revelanque la esposa del Presidente suscita más simpatía que el candidato
presidencial, lo cualha disminuido
tanto su ánimoque lo habría llevado a
sugerir a los jefes del PLD, con profundo desgarramiento del alma, quepostulen a la señora Fernández a la
candidatura presidencial.
El resultado ha
sidola disminución drástica de la
actividad proselitista de la candidata vicepresidencial ysu retiro táctico. En la semana que termina,
la señoraha estadofuera del país y no es casual. Con ello se
procura restablecer la compostura anímica de Medina, quien paga la osadía de
mantener su aspiración presidencial, aún cuando el proyecto reeleccionistade Fernández pretendía imponerse a toda
costa.
Gobierno y PLD se propusieron cerrar el añocon su candidato encabezando las preferencias
del electorado. Pero la realidad es otra. Comentaristas y analistas del
gobierno aseguran que Medina ganarápor
el apoyo que le sumará Margarita de Fernández, y ese esotro elemento que socabael sosiego del candidato. Danilo Medina se
juega su carrera política en el presente proceso electoral, pero la suerte no
lo favorece.