Durban, Suráfrica, 10 dic (PL) Agitadas negociaciones tienen lugar hoy
en diversas salas del Centro Internacional de Convenciones de Durban, en
una carrera contra reloj para salvar los resultados de la XVII
conferencia ambiental de la ONU.
Desde hace varias horas jefes de delegaciones tratan de llegar a un
acuerdo sobre el controversial texto presentado por el grupo de trabajo
"ad hoc" sobre el Protocolo de Kioto, uno de los temas más espinosos de
la reunión.
La conferencia debió terminar la víspera, pero la falta de consenso
extendió las pláticas hasta hoy, sin embargo aún parece lejano el
equilibrio necesario para lograr un texto que satisfaga a todas las
partes.
El documento presentado la víspera como proyecto de decisión sólo supone
un compromiso de sentarse a conversar el venidero año un acuerdo que
esté listo en 2015 para tener "un nuevo marco legal aplicable para
todos" alrededor de 2020.
Además de esos tecnicismos y lenguaje retórico, el borrador no incluye
una enmienda al Anexo B del Protocolo de Kioto con nuevas metas de
mitigación de los gases de efecto invernadero bien precisas para los
países industrializados, máximo reclamo de las naciones subdesarrolladas
en esta cita.
Las cifras aparecen reflejadas como "pledges" (promesas), pero no en
forma de obligaciones cuantificadas del Protocolo, el único instrumento
vinculante que tiene la comunidad internacional para fiscalizar el
control de las metas de emisiones.
El Protocolo de Kioto fue suscrito en 1997, ratificado por 156 países y
luego rechazado por dos de los principales contaminantes del mundo,
Estados Unidos y Australia.
En esencia establece el objetivo de reducir las emisiones de gases de
efecto invernadero en una media del 5,2 por ciento con respecto a los
niveles de 1990, aunque en su Anexo B precisa metas enumeradas de
mitigación por cada país, que expiran en 2012.
"Tenemos dos grandes elementos en contra en este momento, el tiempo y el
peligro de que pierda legitimidad el proceso", comentó a Prensa Latina
una diplomática latinoamericana, al precisar que casi la mitad del Grupo
Africano no estará en las sesiones plenarias, pues emprendió el regreso
a sus países.
También delegaciones de países de la Alianza de Pequeños Estados
Insulares, situación que podría atentar contra el quorum necesario para
aprobar los documentos.
Este vacío pone en juego el consenso, señaló la experta, quien mostró
preocupación porque otras delegaciones puedan emprender la retirada si
se extiende mucho más el inicio de las plenarias.
También está pendiente la negociación del proyecto de decisiones del
Grupo de Cooperación a Largo Plazo de la Convención, texto que, según
trascendió, excluye algunos reclamos de los países subdesarrollados.
Ese documento debería servir de base legal para encauzar el instrumento
jurídico encargado de suceder en un futuro al Protocolo de Kioto, pero
todo indica que carece de precisiones en este sentido.
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