En los días que estaba sobre el tapete el escándalo
protagonizado por Oscar Rodríguez, solicitado en extradición por
Estados Unidos acusado de narcotráfico, se difundió a través de las
redes sociales que el cotizado actor Johnny Deep departía en la
cafetería La Terraza, de Blue Mall. <br>
La fotografía que circuló no dejaba
lugar a dudas de que se trataba del afamado actor estadounidense. Pero
esa curiosidad que hoy brilla por su ausencia en el periodismo movilizó
de inmediato a los internautas para establecer sí, en verdad, la persona
que esa noche departía en el centro de diversión era el protagonista de
Los Piratas del Caribe. <br>
En menos de lo que canta un gallo se supo toda
la verdad: que el actor estaba en ese momento en un restorán de la costa
azul de Francia y que la persona que estaba en Blue Mall era un doble
que había sido contratado para un comercial. <br>
Sin embargo, el caso de
Rodríguez se diluyó sin despejar importantes interrogantes sobre su
expediente. Por ejemplo, pese a que estaba pedido en extradición desde
2005, en 2006 se le detuvo, sometió y condenó, pero no se ha establecido
si fue por narcotráfico. Pero además si estaba pedido por Estados
Unidos ¿cómo pudo salir en libertad en 2009 tras cumplir la pena a que
fue condenado? <br>
El confesó que no sólo hacía vida pública, sino hasta
política. Pero hasta que fue apresado este año y se le vinculó con un
movimiento político a favor de Hipólito Mejía su existencia no contaba. <br>
Por las implicaciones políticas que cobró, el caso merecía, en un
ejercicio de buen periodismo, tanto interés como el despertado en las
redes sociales, tan censuradas por el uso del idioma, la información
sobre la presencia en Blue Mall de un doble de Johnny Depp contratado
para un comercial. Y conste que no se trata del único escándalo que se
zanja sin llegar a las raíces. Todo por los intereses que han copado un
ejercicio tan noble como el periodismo.