Washington, 19 dic (PL) El candidato a la presidencia de Estados Unidos,
Newt Gingrich, podría elevar a más de siete millones las deportaciones
de indocumentados que viven en este país norteño, donde hoy se aplican
leyes migratorias severas en varios estados.
El expresidente de la Cámara de Representantes dejó bien clara su
postura sobre el tema, cuando aclaró en entrevista televisiva que su
programa de gobierno comprende entregar permiso de permanencia a cerca
de un millón, del total de extranjeros sin documentación residentes en
el país.
"Mi idea es que entre siete y nueve millones sean devueltos a sus
lugares de origen, desde donde podrán optar por autorizaciones de
trabajo o visita, como mecanismos legales para regresar aquí", advirtió.
Por otra parte, insistió en que del total de 11 millones de ilegales
registrados en la nación, solo podrán quedarse quienes estén plenamente
insertados a la sociedad estadounidense.
Gingrich reiteró su propuesta de designar una junta de revisión de
ciudadanía, encargada de determinar los indocumentados que cumplen con
los requisitos necesarios para permanecer en territorio norteño.
El político recalcó que quienes lleven 25 años en el país, tengan hijos y
nietos y pertenezcan a una iglesia local son algunos de los elegidos
para obtener permiso de residencia.
Su plan incluye que una familia estadounidense debe amparar financieramente a los extranjeros seleccionados para establecerse.
La estrategia del exlíder de la Cámara Baja ha sido criticada por
muchos, incluso algunos de sus rivales republicanos, que la consideran
una forma de indulto o amnistía.
Si resulta electo presidente en los comicios del venidero 6 de noviembre
y pone en práctica su programa, numerosas familias de indocumentados
podrían enfrentar divisiones.
El tema migratorio afecta a muchos en estados donde entraron en vigor
normativas rigurosas, las cuales han derivado en separaciones de núcleos
familiares y en la deportación de personas que prácticamente no cuentan
con parientes o conocidos en sus lugares de nacimiento.
Alabama, Arizona, Carolina del Sur, Texas, Utah y Georgia son algunos de
los estados que han implementado draconianas regulaciones contra los
inmigrantes.
Las nuevas regulaciones consideran un delito salir a la calle sin
documento de identificación y otorgan facultades a la policía para
comprobar el status migratorio de cualquier persona.
En regiones como Alabama, las leyes exigen a las direcciones de las
escuelas verificar el permiso de residencia de los estudiantes y de sus
progenitores.