Lo vi conversar con Bruno Rosario Candelier
en su oficina de la Academia Dominicana
de Lengua. Lo oí y lo vi. Pude percibir con ambos sentidos lo pequeño que se
cree en relación con la poesía. Ahí donde dijo que ama la poesía y que quisiera
dedicarse a ella por completo.
Luego habló en el salón de conferencias, como
estaba pautado, yse le oyó decir que no
se siente vanidoso de lo que ha hecho en la creación literaria. No nególa tentación de la vanidad en las otras ramas
del quehacer intelectual en las que incursiona, como es el análisis e
interpretación de los fenómenos sociales.
Pero el director de la Academia, Rosario
Candelier, se lo advirtió: Usted ama la poesía, exalta la palabra y
trabajabellamente la imagen, usted
tiene el don de la poesía. Su timidez frente a la poesía, no es tal timidez,
sino respeto por ella. Tolentino tieneotras creacionesinéditas y dijo que
desea dedicarsea la poesía.
Hugo Tolentino Dipp se presentó
tímidamentea la sede de la Academia de
la Lengua, invitado por el director de esa Corporación. Aclaró que sólo Rosario
Candelier podía lograr su actuación como lector de su propia creación poética.
Antes de iniciar el acto se percató de quepocas personas fueron invitadas. Sonriente, dijo que así era mejor, pues
menos riguroso sería el escrutinio.
Tolentino es bien conocido por su labor
académica. Ha sido profesor y rector universitario. Se conoce como investigador
y autor de libros sobre historia y tópicos sobre la identidaddominicana. Ha sido y es militante político,
del lado de la democracia. Diputado ypresidente de la Cámara. Ministro de Relaciones Exteriores.
Teme decirlo, pero es poeta. Ha publicado
“Vocablos” y ahora muestra “Palabranueva”, que no llega a poneren
circulación. No se siente posicionado en la poesía. Se considera un atrevido.Leyó una selección de sus poemas y fue
franqueado porRosario Candelier,
crítico y lingüista, y José Enrique García, poeta y novelista, quienesemitieronatildados juicios sobre la obra de creación de Tolentino.
En verdad se trata de una poesía vigorosa, que
se deja sentir, que puede serrecitada,
leída o cantada. El director de la Academia destacó el valor de las palabras en
la poesía de Tolentino. De hecho, sus dos poemarios publicados hacen énfasis en
“vocablos” y “palabra”. El culto a la palabra está demostrado.
Ojalá la alentadora exhortacióndel maestro Rosario Candelier impulse a Hugo
Tolentino Dipp a cambiar su percepción y admitir que produce una poesía digna
de llamarse y gozarse como tal, en la quela imagen es el producto resultantede la travesura de la palabray
la imaginación. Como el poema dedicado a la poeta Soledad Álvarez, queda título a este artículo.