Con la escogencia del total de los jueces del
Tribunal Superior Electoral, Tribunal Constitucional y de la Suprema Corte de
Justicia, después del plazo dado por la Constitución a esos fines, se despeja
la incertidumbre, y pasamos a cabalgar hacia la institucionalidad creada por la
propia Constitución de la República.
Es un paso trascendente que hemos dado en
calidad de Estado Nación que nos conducirá por caminos nunca antes transitados. Es como si se dijera que hemos crecido desde el punto de vista de consolidar
estructuras que hagan posible el Estado de Derecho. Nunca como ahora fueron más
oportunos esos tribunales.
En lo anterior todos estamos de acuerdo, pero
cabe preguntar ¿Qué sobre los jueces seleccionados? Nadie, en su sano juicio,
puede cuestionar la justeza de la designación de magistradas como Miriam Germán,
Isabel Bonilla, Katia Miguelina Jiménez o Mabel Feliz. El género como la nación
saludan esas designaciones pues se sabe que con juezas de ese calibre la
judicatura está más que bien representada. El cambio será enorme pues otros
criterios pasarán a formar partes del accionar judicial cotidiano y con ello
gana la nación, gana la democracia y con ella ganamos todos y todas.
Qué decir de un profesional del derecho a
tiempo completo como el Magistrado Mariano Germán cultivador ya de todas las
áreas del derecho y profesional brillante que lo único que puede agregar a su
curricula es dejar plasmado en sabias decisiones jurisprudenciales saberes que
en tanto abogado en ejercicio, le gustará verlas realizadas. La selección de
Mariano Germán equivale a la escogencia en 1997 del Magistrado Jorge Subero, pues
fue grande el regocijo entre la clase de los abogados en ejercicio quienes
sintieron que uno de los suyos iba a ocupar el cetro de la justicia. Las
circunstancias y las personalidades son diferentes pero la satisfacción es la
misma, en ambos casos se ha reconocido la labor incansable de los abogados.
Aquellos que están para hacer doctrina y que
solo convertidos en jueces pueden hacer jurisprudencia. Se acabó ver a jueces
haciendo doctrina tendrán que hacer jurisprudencia, tendrán que hablar por
sentencias. Lo que no queda claro es la conformación de las tres salas de la
SCJ, esto así porque no existe balance en cuanto a la especialidad de los
seleccionados, es decir, existe un superávit de penalistas mientras quedaron
ausentes ramas nuevas y especializadas del derecho que debieron estar
reflejadas en la selección. Somos de la opinión de que el CNM deberá en
próximas escogencias fijarse en la especialización pues el tiempo que se emplea
en formar a formadores podría emplearse en otros temas con solo escoger áreas
de especialización. Eso significa que de
nuevo tendremos jueces estudiantes.
El Tribunal Superior Electoral ha quedado
configurado de la mejor manera pues nadie puede cuestionar el quehacer público
del padre de las fiscalías barriales, es decir, de alguien que garantizó los
derechos ciudadanos como fiscal y que ahora estará encargado exclusivamente de
garantizar el derecho al sufragio de todo ciudadano. La labor de la doctora
Mabel Félix no tiene macula ha venido desempeñando un cargo con espinas sin
dejarse pinchar por ellas. En consecuencia merece estar en uno de los asientos
del Tribunal Superior Electoral como el que más. Así como nadie puede poner en
dudas, sin incurrir en error,la próvida
y la pertinencia de colocar en la Presidencia del TSE a un juez de la talla
cívica de Mariano Rodríguez, hombre probo y sin descanso en sus labores
públicas.
En cuanto al Tribunal Constitucional, órgano
que habrá de velar por el respeto a la Constitución, al Estado de Derecho y a
los derechos ciudadanos en conjunto, así como a la conformidad de las normas de
todos los poderes con la Constitución, no pudo haber mejor escogencia pues
Milton Ray Guevara fue quien introdujo en el país el tema de la necesidad de
una Corte Constitucional o tribunal de garantías constitucionales. Sus predicas
en las aulas universitarias es la que ha producido más de una generación de
abogados interesados en el tema constitucional. De manera que, en hora buena.
En igual sentido, la designación del doctor Jottin Cury hijo va en la misma
línea, pues antes que Milton Ray, el doctor Jottin Cury fue el más acérrimo
defensor de la Constitución desde la trinchera, la tribuna y el estrado. El día
que se hable entre nosotros de constitucionalismo habrá de incluirse siempre al
doctor Jottin Cury, su hijo no es solo su continuador biológico sino que le une
la pasión por el Derecho Constitucional. Lo cual ha probado con su regia
conducta pública.
¿Que del Magistrado Hermogenes Acosta? Una
hormiguita del derecho, un ratón de biblioteca que ha entregado su vida al
derecho y que tiene en su haber labores doctrinarias importantes en materia
constitucional. Su designación constituye un premio al esfuerzo, a la labor
tesonera y una prueba de que el sistema democrático está abierto a todos los
ciudadanos.
Algunos han planteado la necesidad de que se
nombrasen jueces ideales o sueños particulares de jueces. Sin embargo, la
realidad es que se ha hecho una muy buena selección. A quienes el pueblo les
dio mandato suficiente para hacer los cambios que ahora se han hecho y no lo
hicieron no tienen nada que agregar ni nada que criticar sino aceptar la
realidad de que se ha dado un paso trascendente en la vida democrática del
país.
El Presidente de la República ha estado a la
altura de las responsabilidades que la nación ha puesto bajo sus hombros pues
la función de gobernar implica hacer uso de los mejores hombres de la patria,
los mejores son aquellos que han mostrado entereza, sapiencia, constancia
inflexibilidad de criterios y amor por la patria, los escogidos reúnen esas y
otras condiciones. Ciertamente pudieron haber sido otros pero estos son nuestros
bueyes.
De manera que con la llegada del año 2012, el
país podrá presentar al mundo cómo una pequeña isla del Caribe va tejiendo su
futuro democrático con el Gobierno de los jueces. Pues así como el Magistrado Subero supo
hacerse un espacio propio para el Poder Judicial, los nuevos jueces sabrán
hacer suyas las siguientes palabras que narra Luigi Ferrajoli, en su libro
“Derechos y garantías. La ley del más débil”,deben adornar a un juez que ejerce bajo el modelo garantista: “los
desniveles entre normas, que están en la base de la existencia de normas
inválidas, y, por otra parte, la incorporación de los derechos fundamentales en
el nivel constitucional, cambian la relación entre el juez y la ley y asignan a
la jurisdicción una función de garantía del ciudadano frente a las violaciones
de cualquier nivel de la legalidad por parte de los poderes públicos.”
En pocas palabras, una vez escogidos, los
nuevos jueces se deben a la nación, a la Constitución a los derechos
fundamentales y están enfrentados a los poderes públicos en aras de cumplir su
misión. DLH-25-12-2011