La Habana (PL).- Entre el aluvión de referencias, comparaciones y
apelativos dedicados a resaltar a un atleta fuera de serie como es el
futbolista argentino Lionel Messi quizás el más singular sea el de
jugador de PlayStation.
El derecho de autor del calificativo lúdico y tecnológico pertenece al
francés Arsÿne Wenger, técnico del club londinense Arsenal, quien la
exteriorizó cuando en el Barcelona le endosó un 4-1 en la Champions, los
cuatro sacados de la chistera de La Pulga.
Los medios latinoamericanos que recién le otorgaron el premio de Mejor
Deportista del Año en la región, mediante la encuesta organizada por
Prensa Latina desde 1964, coincidieron sus votos con la marea de
reconocimientos recibidos por el delantero blaugrana en 2011.
En la urna virtual de la agencia el capitán albiceleste adelantó al
bólido jamaicano Usain Bolt y a su colega el delantero uruguayo Luis
Suárez, para seguir la senda de Diego Armando Maradona, único futbolista
argentino merecedor (1986) del lauro hasta la fecha.
Fue el
penúltimo galardón en orden cronológico que engordó su palmarés en los
últimos 12 meses, pues el 24 de diciembre el diario deportivo parisino
Lâ€ÖÈquipe lo declaró "Campeón de campeones".
Los redactores de la publicación especializada le agraciaron con 807
puntos, buenos para que el nacido en la ciudad de Rosario ganara por
goleada al tenista serbio Novak Djokovic (699) y el piloto alemán
Sebastian Vettel (255).
Lo ha ganado todo con el Barcelona, con goles y partidos suntuosos, argumentó el periódico.
El Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires tampoco dudó en
entregarle por primera vez en su carrera el Premio Olimpia, máxima
compensación del deporte argentino, estrenado en 1954 por el
automovilista Juan Manuel Fangio.
Extrañamente en un país de fútbol solo habían merecido tal recompensa
otros cuatro futbolistas: Pedo Dellacha (1957), Maradona (1979 y 1986),
Oscar Ruggeri (1991) y Carlos Tévez (compartido en 2004 con el
basquetbolista "Manu" Ginobili).
En esa misma cuerda se manifestó el diario porteño Clarín, que le
reservó este año el premio Consagración de Oro en el apartado de
Deportes.
El dueño de las camisetas número 10 en Argentina y Barcelona acaparó los
títulos de Goleador del año de la UEFA, líder anotador de la Copa del
Rey y del Mundial de Clubes de la FIFA, más el de primer marcador
histórico en la Supercopa de España.
Además, el Buró Internacional de Ciudades Capitales lo distinguió
mediante el voto de más de 325 mil personas de 72 países como Patrimonio
Deportivo de la Humanidad, honor al cual aspiraban 42 jugadores
argentinos, 57 brasileños y 41 mexicanos.
También la UEFA otorgó a Lio el premio al mejor jugador de Europa en la
temporada 2010-11, con su compañero de equipo Xavi Hernández y el
madridista Cristiano Ronaldo en los otros escaños del podio.
La propia organización continental encuestó a jugadores, periodistas y
usuarios de su página web, quienes eligieron al argentino como el
segundo mejor jugador de la Liga de Campeones en los 20 años de su
actual formato.
El sitio de honor en este sondeo popular fue para el mítico francés Zinedine Zidane.
También fue "medallista de plata" en la votación de los lectores de la
revista Time, que encumbró al primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan
como el Hombre del Año.
Para rellenar la copa anotó en las seis competencias oficiales de su
club en una temporada, actuación considerada como récord mundial y que
antes había conseguido el canario Pedro Rodríguez, también con el club
dirigido por Pep Guardiola.
Como integrante del Barcelona, un equipo que reescribe la historia en el
fútbol mundial, se alzó con los títulos de la Liga Española, Liga de
Campeones de Europa, Supercopas de España y Europa, y Copa Mundial de
Clubes de la FIFA.
Los culés solo dejaron escapar en el este curso la Copa del Rey, tras
caer en la final de Valencia 0-1 en tiempo extra ante el Real Madrid por
gol de Cristiano Ronaldo.
El año a punto de expirar representó un capítulo más en la porfía entre
Messi y la estrella portuguesa del club merengue, autores de 107 goles
entre los dos, tres más que la cosecha bipartita de 2010.
Las cuentas dan 55 anotaciones de Leo (en 57 partidos) y 52 en 51 de
CR7. En 2010 el de Rosario marcó 58 veces por 46 el de las Islas
Madeiras. Considerados los delanteros más cercanos a la perfección,
fabrican goles como si fueran magos sacando palomas de un pañuelo.
Para uno es cosa de alzar los dedos al cielo y para el otro arreglarse
el peinado y mostrar ante las cámaras su imagen más cinematográfica. Uno
a lo bestia, el otro a lo Da Vinci.
Algunos se mojan y otros no a la hora de realizar afirmaciones tan
rotundas como la consabida elección del mejor futbolista de la historia.
Carlos Bilardo, el hombre que ganó desde el banquillo argentino el
Mundial de México-1986, es de los primeros pero sin llegar a lo
definitiv ubica a Messi en el mismo Olimpo del balón donde habitan
Pelé, Maradona y Di Stéfano.
Su tocayo y compatriota, "El Virrey" Bianchi, máximo anotador histórico
de la primera división argentina y mejor entrenador de clubes del mundo
en 2000 y 2003, sí se decantó por La Pulga al ubicarlo ya por encima de O
Rei y El Pelusa.
Mientras, el actual seleccionador albiceleste, Alejandro Sabella, comparte el sitio de los dioses entre Lio y Diego.
El colofón al curso futbolístico de 2011 tendrá lugar en Zúrich el
próximo 9 de enero, en ocasión de la Gala que entregará el FIFA Balón de
Oro, Oscar para el cual están nominados como finalistas Messi, Xavi
Hernández y Cristiano Ronaldo.
La consecución del más apetecido de los premios del Planeta Fútbol, por
tercera ocasión al hilo por el astro argentino del Barça, resulta menos
dudosa que la redondez de la Tierra. Cuestión de regresar de vacaciones y
que el balón comience de nuevo a rodar.
Hace pocas horas el jugador expresó por mediación de su padre la
intención de venir a La Habana durante el asueto estival a recoger el
premio de Prensa Latina, algo que ya hizo su ídolo Diego Maradona en
1986.
En los planes del superclase de apenas 24 años hay espacio para sueños
de alto vuel conquistar con la selección nacional las Copas Mundial y
de América.
Aunque necesitará el concurso de sus compañeros como en la orquesta
blaugrana, que toca de memoria la partitura del césped, con Lionel
Andrés Messi la palabra imposible está borrada del diccionario del
fútbol.