Madrid, 17 ene (PL) El diputado de la coalición Izquierda Unida (IU)
Gaspar Llamazares denunció hoy aquí que los procesos judiciales abiertos
a Baltasar Garzón son un linchamiento político y corporativo contra el
conocido juez español.
Llamazares se pronunció en esos términos a las puertas del Tribunal
Supremo (TS), donde este martes comenzó uno de los tres juicios en los
que está imputado el magistrado por presunta prevaricación.
A Garzón se le acusa de haber ordenado espiar las conversaciones
telefónicas entre los jefes de la sonada red de corrupción Gürtel y sus
abogados, que salpicó a principios de 2009 a altos cargos del
conservador Partido Popular, ahora en el poder.
Se le atribuyen los cargos de prevaricación y uso de instrumentos de
escucha y grabación en violación de las garantías constitucionales y, de
ser declarado culpable, podría ser apartado de la judicatura durante
varios años, lo que supondría el final de su carrera profesional.
El de hoy es el primer juicio al que tendrá que enfrentarse el jurista
en el alto tribunal, donde tiene abiertas otras dos causas, una de las
cuales, la relacionada con las desapariciones de la Guerra Civil
(1936-1939), lo llevará nuevamente al estrado dentro de una semana.
Por esa última, Garzón fue apartado de sus funciones en la Audiencia
Nacional (AN) en mayo de 2010, tras una decisión del Consejo General del
Poder Judicial, órgano de gobierno de los jueces de España.
La cesación obedeció a la decisión previa del letrado del TS Luciano
Varela de ordenar la apertura de la vista oral en contra del popular
juez.
Varela lo acusó de presunta prevaricación por intentar investigar los
crímenes de la Guerra Civil y de la dictadura del general Francisco
Franco (1939-1975), sin supuestamente tener competencia para hacerlo,
según estimó el instructor de la causa.
A juicio del diputado de IU, la sentencia al otrora titular del Juzgado
Central de Instrucción número 5 de la AN ya está "predeterminada".
Comparó los tres casos con las bombas de racimo, porque "si no te cargan
a la primera, lo harán a la segunda, y si no a la tercera".
No hay unas garantías mínimas para un juicio justo, enfatizó el
dirigente de izquierda, quien acudió a la concentración de apoyo al
magistrado, organizada por la denominada plataforma Solidarios con
Garzón.
El célebre y controvertido juez, quien ganó notoriedad por sus intentos
de procesar al exdictador chileno Augusto Pinochet e intervenir en
varias causas de defensa de los derechos humanos, tiene abierto un
tercer expediente en el Tribunal Supremo.
Es el referido a unos supuestos pagos que recibió del Banco Santander
para patrocinar unos cursos que impartió en la Universidad de Nueva York
durante los años 2005 y 2006.