Barahona, el candidato presidencial del Partido Revolucionario
Dominicano, Ingeniero Hipólito Mejía, prometió que en las próximas horas
emitirá su opinión en torno a la carta publicada por la conferencia del
Episcopado Dominicano, en la cual los obispos denunciaron una serie de
males que afectan a la sociedad dominicana.
Sobre la carta de los
obispos, el candidato dijo que tiene previsto reunirse con sus asesores
en las próximas horas, para analizar los pronunciamientos de los
obispos con ocasión de celebrarse este sábado el Dia de la Altagracia. <br>
"Mañana vamos a analizar el documento para emitir un juicio
serio, porque no quiero emitir un juicio medio-demagógico, porque yo no
acostumbro a eso". <br>
Dijo Mejía que la iglesia católica difícilmente se equivoca, porque es una
"resonancia de la sociedad". "El cura que menos estudia tiene un
doctorado en sociología o teología, y saben lo que están diciendo".
"Yo quiero emitir un juicio acabado, no quiero ser un demagogo, yo no
puedo hacer eso", subrayó Mejía, quien realizó un recorrido por
distintas comunidades de Barahona, iniciado en horas de la mañana en el
municipio de Oviedo, y que continuo por Enriquillo, Paraíso, La Ciénaga,
Bahoruco, y que culmino en la ciudad de Barahona con una majestuosa
manifestación.
<span style="font-weight: bold;">JURAMENTA REFORMISTAS</span><br>
En este último acto político, el presidente Mejía juramentó cientos de
reformistas y peledeístas que pasaron a apoyar sus aspiraciones
presidenciales. Otros grupos de reformistas y peledeístas fueron
juramentados en las distintas comunidades recorridas por Mejía durante
el fin de semana.
Mejía, además, ratificó su creencia y convicciones por la fe católica y
su devoción a la Virgen de La Altagracia, cuyo día se celebró este
sábado 21 de enero. El candidato asistió a una misa en la iglesia
Nuestra señora de la Altagracia, del municipio Paraíso, donde donó una
considerable suma de dinero al Padre Sergio del Carmen, cura párroco,
para la compra de un vehículo.
Los obispos católicos condenaron, en su carta pastoral con motivo de
celebrase el Día de la Altagracia, la "corrupción rampante", la crisis
moral, que a su juicio se ha enquistado en el "alma nacional" y, además,
la violencia contra la mujer y la violencia intrafamiliar.