Los exiliados económicos de la República Dominicana además de enviar remesas a sus familiares deben hacer ricos a inescrupulosos intermediarios que transportan esas remesas y cobran gruesos porcentajes que disminuyen irregularmente el envío.
Puede afirmarse -sin temor a errar- que los transportistas de remesas constituyen verdaderas aduanas comerciales de carácter particular que explotan sin misericordia a sus víctimas indefensas.
La época pos moderna, no conoce un capital más especulativo, reciben monedas fuertes y pagan en monedas débiles, compran barato y venden caro sin control de ninguna naturaleza en provecho de su cautiva clientela. Es una transformación del viejo y especulativo negocio del cambio de divisas devenido en medio eficaz de apropiación de lo que otros producen.
El déficit en materia de cultura de defensa al consumidor que acusa la Superintendencia de bancos (SIE) en este renglón, podría verse compensado cuando decida poner orden en esta materia. No se conoce la existencia de regulación reglamentaria, solo contemporanización culposa. Un estado que se diga social y democrático de derecho no debería padecer tales falencias.
Existen porque existen funcionarios de mentalidad neoliberal como contrapeso del contenido constitucional en materia de derecho de consumo. Sin embargo, ha llegado la hora de poner freno a esa libertad de mercado que solo es libertad respecto a la especulación y cautiverio con relación a sus usuarios, respecto a la connivencia de la organización estatal para con el capital lo cual es dolosamente inconstitucional.
Ya es mucho lo que está padeciendo el mundo por este proceder, vemos cómo se derrumban economías solo por la acción del capital especulativo de los bancos y demás empresas financieras. Esas mismas que el Presidente Fernández llama “Capitalismo de casino” que es el mismo que está especulando también con las materias primas del mundo y ocasionando hambrunas en el planeta pues los alimentos tampoco han quedado fuera de la especulación sino dentro de ella. A la cual se añaden ahora los transgénicos que son la forma vegetal de la especulación de divisas.
Obviamente, las resoluciones de Naciones Unidas son un buen documento de debate pero nada más, pues su efectividad depende de que los gobiernos de los estados nación las asuman como políticas a seguir. Si esa es la línea, si es la señal, ya el Presidente Fernández ha indicado que está en desacuerdo con la especulación del capitalismo de casino, lo ha hecho en el plano nacional como en el internacional entonces cabe la pregunta ¿qué esperan los órganos domésticos para traducir en acciones de gobierno la señal del Presidente?
El usuario dominicano de esos servicios formado por estudiantes, emigrantes económicos, empresarios de la intermediación, o simples jubilados que reciben mediante las empresas de envíos de valores sus pequeños ingresos, no soportan más abusos, no desean que el estado se haga de la vista gorda mientras le muerden sus magros ingresos.
Las organizaciones de consumidores locales están ya asumiendo cartas en el asunto, evaluando, estudiando y pronto vendrán acciones encaminadas a poner fin a estos abusos contra los usuarios de empresas transportadoras de valores.
La ciudadanía debe incorporarse como el que más a esta campaña en pro de mayor transparencia, más eficiencia y cero especulación con las cuotas o tasas de transportación a pagar. DLH-22-01-2012.