El principal reto que enfrenta hoy la sociedad dominicana, es el económico. Lograr romper las barreras de acero de este sub-desarrollo mortificante.
Ello es imposible de un día para otro, pero si es variable que se mejoren las condiciones de vida de los marginados.
La crisis económica para el pobre no hace referencia a los datos del Banco Central, sino a como está su estómago, si comió ese día con salamí o con pollo.
De la parálisis económica proviene la gran delincuencia, la violencia, los choques intrafamiliares, y la convulsión social. Crisis económica es sobre todo mala distribución de las riquezas.
Si mejoramos la economía del hijo de Machepa es seguro que bajará la delincuencia, porque detrás del desempleo y la falta de oportunidades, se esconde la desesperación.
Para la mayor parte de los delincuentes y las prostitutas, el primer paso en sus actividades proviene de la falta de comida, de techo y de esperanzas.
De ahí que estemos de acuerdo con el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, de que se hace necesario unir esfuerzos para erradicar la violencia.
Ese tipo de raqueterismo y violencia callejera, es imposible erradicar si todos los sectores sociales no se ponen de acuerdo en mejorar las condiciones de vida del país, y que haya una mejor distribución de las riquezas.
Estamos de acuerdo con el Cardenal López Rodríguez de que la República Dominicana enfrenta múltiples dificultades, entre las que destaca la violencia, la desintegración de las familias, la irresponsabilidad social y el abandono de los más desposeídos.
Lo que hace falta ahora es que haya más compromiso social, y que se traten de mejorar las condiciones de vida de la mayoría; ello significará un relajamiento en los cuadros generadores de violencia.
También debe haber una justicia más fuerte y responsable, con jueces conscientes de su deber y sus obligaciones.
Y sobre todo, con las modificaciones que son necesarias hacer desde hace año a esa camisa de fuerzas que es el Código Procesal Penal y el Código del Menor.
Todos unidos podremos derrotar el crimen…vamos a trabajar