Políticas sociales y diversidad sexual a debate en congreso cubanoLa Habana, 26 ene (PL) El establecimiento de políticas sociales que garanticen un tratamiento equitativo dentro de la diversidad, fue un tema destacado hoy en la última sesión de trabajo del VI Congreso de Educación, Orientación y Terapia Sexual.
La doctora Mayra Espina Prieto, de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), señaló la necesidad de mantener criterios de no discriminación, proporcionalidad y multiplicidad de opciones, para articular esas políticas, de manera que los grupos poblacionales menos favorecidos tengan igualdad de derechos.
En conferencia magistral, la experta señaló que la equidad (igualdad de oportunidades), no es factible sin una real igualdad de derechos y poderes plenamente aceptados y socialmente ejercidos.
Ello implica reconocer que todos somos diferentes desde el punto de vista biológico, social y cultural, y necesitamos cosas distintas en tiempos distintos. Entender que la igualdad no supone uniformidad, como tampoco la diversidad supone disgregación y falta de unidad.
Garantizar que no haya diferencias donde lo que debe haber es igualdad y que no haya una sola opción sino un repertorio de opciones de acuerdo con la diversidad de sujetos y sus aspiraciones, destacó.
Solo es posible una política social de equidad en la diversidad cuando nadie es desplazado en lo que se refiere a sus derechos, ni por la fuerza ni por la admisión de una razón de carácter objetiva.
Deben existir opciones distintas para satisfacer intereses y necesidades también distintas, aseveró.
La jornada también incluyó la participación de Liliana Romero, de Argentina, quién realizó una puesta al día de la situación de derechos sexuales y reproductivos en su país.
Explicó las leyes que se aplican y los tratados internacionales, vinculadas a la salud sexual y reproductiva.
Por su parte, la doctora Isabel Moya, directora de la Editorial de la Mujer en Cuba, se refirió al tema de los medios de comunicación y la sexualidad.
Indicó que aunque este es es un debate universal, en el caso cubano adquiere connotaciones específicas por el papel y el rol que se le concede al sistema de medios de comunicación en el ámbito de la información, responsabilidad social y entretenimiento en la sociedad.
El reto se vuelve aún más complejo cuando se pretende asumir estos presupuestos con una producción nacional insuficiente y en muchas ocasiones con facturas poco atrayentes no solo en el audiovisual, sino también en las publicaciones impresas, aseveró.