¿Son necesariamente inseparables, o pueden vivir por separado? . ¿Puede prevalecer el sexo sin compromiso? Seguramente te has hecho estas preguntas en
varias oportunidades y aún no las resuelves del todo. Coincidimos en que no son
temas que debas tomar a la ligera y por eso aquí te ayudamos con algunos
consejos para combinarlos a la perfección:
Sin duda, tener sexo sin
amor es una decisión muy subjetiva que parte de la convicción de
satisfacer el deseo por el otro, y al contrario de lo que se piensa no es una
tendencia que practiquen más los hombres.
Las opiniones son muchas y todas
diferentes. Los sexólogos expertos apuntan a evaluar cómo han cambiado los
antiguos cánones de vincular los hombres al erotismo y las mujeres a lo
afectivo, lo que conlleva a nuevas prácticas.
Antes era común que los hombres, por machismo, transformaran su deseo en
sexo y las mujeres en cambio, a partir del deseo, buscaran formalizar una
relación en la que el sexo era consecuencia de ésta. Evidentemente ahora, las
formas de ser hombre y de ser mujer, se están redefiniendo y ellas han decidido
asumir su sexualidad buscando ejercer su derecho a expresarla libremente sin
anillos de por medio.
Algunas,
optan por seguir la práctica de mentir sexopara
conseguir amor, así como ellos
mienten amor para conseguir sexo, y también les funciona. Y, aunque la mayoría de personas afirman que con el vínculo
afectivo hay una mejor relación sexual, y eso también es cierto, lo ideal es
que exista respeto por ti misma y por el otro a la hora de buscar el placer,
enamorada o no. Nadie sabe qué puede pasar después entre tú y él.
El "amor sin sexo o sexo sin amor” es un tópico bastante habitual.
Sin embargo, esta reflexión enfrenta dos formas de pensar completamente
opuestas. Cualquiera de las dos opciones resulta interesante siempre que se elija libremente. ¿Amor sin sexo?, ¿sexo sin amor? ¿o la conjunción de
ambas cosas?. Según una encuesta realizada en 1999 por el Centro de
Investigaciones Sociológicas (CIS), en España, el 76% de los españoles entiende
una relación amorosa como aquella en la que se comparte un afecto fuerte y en
la que se mantienen relaciones sexuales.
Un 35% la concibe como una
relación estable en la que se comparten
sentimientos amorosos pero que no
tiene por qué incluir obligatoriamente el sexo. Frente a ello, para un 10% de
la población una relación esporádica entre dos personas que muestran una
atracción física y que desemboca en una relación sexual, es una relación
amorosa.
Aunque la realidad del sexo sin amor ha existido durante muchos siglos de
historia, en las últimas décadas esta práctica se observa cada vez de una forma
más habitual. Además, no solamente en los hombres como ocurría antiguamente por
razones de educación, sino también en las mujeres.
La situación de parejas enamoradas
que no practican sexo es también habitual. Son parejas que comparten sentimientos y afectos muy profundos pero que
no encuentran en el sexo una prioridad. Las dos razones principales que aluden
las personas que se decantan por esta alternativa son, por un lado, el deseo de
mantener la virginidad hasta el matrimonio por creencias religiosas y, por otro
lado, la necesidad de sentirse seguro en la relación y de superar el temor a un
posible engaño.
Los datos muestran que la mayor parte de
la población se decanta por combinar el amor con el sexo. Las parejas que
escogen esta posibilidad demuestran una serie de afectos, emociones y
sentimientos mutuos. Al mismo tiempo, el sexo resulta también una parte
importante dentro su relación como medio para demostrar físicamente los sentimientos
que sienten por la otra persona.