<p style="font-weight: bold;">La Habana (PL) Los mercados energéticos internacionales, con precios
para el crudo en torno a los 100 dólares el barril en los últimos meses,
se enfrentan al peligro de un encarecimiento del oro negro debido a
factores de carácter geopolítico y económico.
Sin dudas, el petróleo caro es la principal característica de las
operaciones en el 2012, con el consiguiente impacto negativo sobre las
facturas energéticas de aquellas naciones que dependen de las
importaciones de hidrocarburos.
Organismos especializados como el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional (FMI) ya ajustaron a la baja sus pronósticos de
crecimiento global para el 2012, con el consiguiente reflejo en las
previsiones de demanda.
Asimismo, entidades de la talla de la Agencia Internacional de Energía
(AIE) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
señalaron que la crisis de la deuda soberana en Europa constituye un
factor a tomar en cuenta a corto plazo.
En efecto, ambas instituciones admitieron la posibilidad de revisar a la
baja sus pronósticos de consumo y demanda en caso de que se prolongue
ese panorama.
Incluso, la AIE ya recortó en enero las previsiones para el 2012, al
fijar en un promedio de 90 millones de barriles diarios el consumo
previsto, lo cual equivale a un crecimiento de 1,1 millones de toneles
respecto al 2011.
Esa cifra fue reducida en 200 mil unidades en comparación con el balance presentado en diciembre.
En ese sentido, advirtió sobre una disminución del 0,7 por ciento en el
caso de los miembros de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE).
Por su parte, la OPEP alertó sobre el peligro que representa para los
mercados energéticos la crisis de la deuda en Europa, lo cual podría
llevar a una severa contracción del consumo no solo en el viejo
continente, sino también en las economías emergentes.
Además, la organización fijó en 1,06 millones de barriles diarios el
incremento previsto en el consumo, para un descenso de 100 mil unidades
en comparación con los estimados de finales del 2011.
En el plano geopolítico, el tema dominante es Irán, amenazado con
sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) que incluyen la
suspensión de las importaciones de crudo desde ese país como presión
para que detenga su programa nuclear al argumentar que tiene propósitos
militares.
Sin embargo, Teherán -quinto productor mundial del oro negro- ratificó
que los proyectos en la materia encierran objetivos de carácter
pacífico.
Washington ya adelantó contactos con varios gobiernos de Asia para
lograr compromisos de reducciones en las compras de crudo a Irán y
Bruselas aplicará la medida a partir de julio venidero.
Con ello, la UE otorga un plazo a varios de sus miembros -que tienen una
dependencia significativa del petróleo de Teherán como España, Grecia e
Italia- para que diseñen alternativas de abastecimiento.
Sin embargo, el país persa coloca menos del 20 por ciento de sus exportaciones energéticas en el Viejo Continente.
Aun sin aplicar, ya el FMI alertó que las sanciones podrían provocar un
aumento del precio del petróleo entre el 20 y 30 por ciento.
Cabe destacar que las autoridades iraníes manifestaron la posibilidad de
cerrar el paso por el estrecho de Ormuz en respuesta a las medidas
mencionadas.
A través de esa vía transitan cada día unos 17 millones de barriles de
crudo, equivalentes al 20 por ciento del comercio mundial de
hidrocarburos, de ahí la magnitud que tendría sobre la economía global
una acción de ese tipo.
En tal sentido, el FMI aseguró que un bloqueo en la región provocaría un
fuerte incremento de las tensiones geopolíticas globales que supondrían
una interrupción "mucho mayor y sin precedentes".
Arabia Saudita, mayor productor de crudo de la OPEP, manifestó que
contaba con las capacidades necesarias para suplir una eventual ausencia
de los hidrocarburos iraníes en el mercado.
Los grandes perdedores en un escenario como este serian sin dudas los
países menos desarrollados y no productores de petróleo, con escasas
opciones de enfrentar el incremento en las cotizaciones sin caer en
severos endeudamientos.
Como contraparte, la OCDE cuenta con reservas de crudo de dos mil 647
millones de barriles, lo cual equivale a 57,5 días de consumo.
En similar posición se encuentra Estados Unidos, con unos 700 millones
de toneles en los inventarios estratégicos y cerca de 330 millones en
los comerciales.
* Jefe de la Redacción de Economía de Prensa Latina.