La
historia del espionaje telefónico en las campañas electorales se inició hace
treinta años. La
campaña electoral del año 1982 enfrentó a tres figuras y a tres partidos:
Joaquín Balaguer, por el Partido Reformista Social Cristiano, Salvador Jorge
Blanco por el Partido Revolucionario Dominicano, y Juan Bosch, por el Partido
de la Liberación Dominicana.
Los
escándalos relacionados con el espionaje telefónico en las campañas electorales
se iniciaron en 1982 en el país, ytuvieron como primera víctima al candidato del Partido de la Liberación
Dominicana: Juan Bosch.
En
la campaña electoral de 1982, en la que trabajé como en 1986 y 1990 al lado del
profesor Juan Bosch, el Partido de la Liberación Dominicana denunció el
espionaje telefónico a que fue sometido su líder por encargo de la Avanzada
Electoral que apoyaba al candidato del PRD Salvador Jorge Blanco.
El
jefe de la Policía, general Paulino Reyes de León, hizo preso entonces para
investigar al señor Frank Cabral, tal como lo reseñan los medios de prensa de
la época, pero el caso no fue llevado a los tribunales.
El
señor Cabral en 1974 había sido detenido y presentado ante la prensa acusado de
acciones similares durante el gobierno del Presidente Joaquín Balaguer. Esa vez
Cabral fue deportado a España.
Tenemos ahora el caso más reciente, que es fruto de las luchas políticas
electorales, y por eso sostengo que el Gobierno del Partido de la Liberación
Dominicana se ha dejado meter en una trampa, con el anzuelo que se le ha
presentado con Guillermo Gómez y uno de sus hijos como los responsables de la
campaña de ataques a la Primera Dama y al Presidente de la República.
Detrás de todo se encuentran manos diestras: Téngase en cuenta primero
que trabajaba en el INDOTEL durante el gobierno presidido por Hipólito Mejía la
señora Margarita Cordero, quien según la edición digital (no he visto en Roma
la impresa) del periódico HOY del sábado 11 de febrero 2012 fue la persona que
hizo público los supuestos emails y conversaciones privadas que han sido la
piedra original de escándalo.
Segundo, los vínculos de esa señora con una figura relacionada con las
decisiones que se tomaron en el Banco Central para cerrar al Baninter y a
Bancrédito como parte de la crisis en las que tanto los banqueros privados como
el Gobierno de Mejía y sus funcionarios tienen grandes responsabilidades. Ese
señor es ahora incluso su compañero de trabajo en un medio de Internet.
Son
todos esos señores los que mueven los hilos de todas estas campañas de rumores
y difamaciones que han tendido la trampa al PLD y su Gobierno, y ante la cual
ambos tendrán que buscar la manera de salir de este gancho que le han metido
para propiciar un escándalo nacional e internacional.
No
estamos frente a un problema de simple orden público.
Este
es un problema político que debe tratarse con criterios políticos, por gente
con madurez y experiencia, como fue un problema político para el PLD el
espionaje telefónico de 1982 del que fue víctima el profesor Juan Bosch.
ROMA, Domingo 12 de Febrero de 2012