La Habana, 19 feb (PL) El cantautor puertorriqueño Danny Rivera puso
aquí al alcance de los lectores cubanos un libro autobiográfico sobre
cómo experimenta, a los 66 años, la llegada de la tercera edad.
Vejestud es el título el volumen editado por el sello Editorial
Makarios, fundado por él y su amigo Pablo Marcano en 1998, presentado en
la última jornada de la fase habanera de la 21 Feria Internacional del
Libro Cuba 2012.
Según explicó la idea surgió hace un par de años, cuando releía al poeta
nicaragüense Rubén Darío. No hay que tenerle miedo al tiempo, aseguró,
hay que buscar en el tiempo una realidad hermosa para la continuidad de
la vida.
Romántico, como sus composiciones, Rivera calificó su texto de una
canción desesperada. Quise retratar mi tiempo cuando, después de tanta
experiencia acumulada, comienza a llegar la vejez, expresó.
En esta edad, dijo, debemos vivir con la gratitud de saber que nuestro
tiempo en la tierra es glorificar lo que hemos aprendido de la
experiencia de vivir.
"Mi voluntad y mi vejez son jóvenes y conviven juntas, como el carbón y
el diamante, jamás porfían", afirma Rivera en las primeras líneas del
texto, editado por su esposa, Damary Reyes.
Mis acciones son jóvenes y mis temores viejos. Mi esperanza, joven y
vieja, apuntó el cantautor, quien en 121 páginas recomienda mantener con
alegría y compostura la vejez.
Rivera presentó también dos proyectos literarios de la Cátedra
Internacional de Música y de Artes Plásticas creada por él, uno de ellos
De todo lo que no me sobra, del joven brasileño Acir Batista, quien
resume sus experiencias como miembro del Movimiento de Trabajadores
Rurales Sin tierra, en ese país.
Trabajar en esta cátedra, "estar donde humildemente mi alma me pidió que
estuviese, servir, no importa la edad, ha sido mis más grandes
recompensas", apuntó el intérprete de Enamorado de la paz.