Alguien se ha referido a la provincia que vio nacer al “Pico de oro” de la oratoria dominicana, Monseñor Fernando Arturo deMeriño, con el sobrenombre de “Provincia Esmeralda”. ¡Vaya, merecido halago! ¡Vaya piropo!
Pero aquellos territorios no son tomados en cuentapor las autoridades competentes.
Parecería
que ni su verdor ni sus llanuras, ni sus ríos ni sus alturas, ni el
paraíso de los haitises ni sus hondas cicatrices, son adornos
suficientes para que los gobiernos se sientan motivados para prestarle
atención a estas maravillosas tierras.
A
veces pienso que el mismo verdor que en los tiempos electoreros podría
parecerle esmeralda a algunos políticos, para sus agónicos habitantes es
unverdor de amarga hiel, esparcida a lo largo de su
entorno, por el olvido y el abandono… dormida en un rincón, como el
arpa de Gustavo Adolfo Bécquer, esperando una mano diestra que la haga
parir las melodías hermosas que lleva dentro.
En
esta provincia encontramos hogares que sufren la miseria económica en
su máxima expresión. Encontramos familias en casitas paupérrimas,
repletas de escasez! Pueblos enteros, sin sueños, sin esperanza, sumidos
en una abominable agonía que parece no tener fin.
Parecería
que aun arrastra la maldición de las devastaciones de Osorio, cuando
fueron desalojados desde el norte de la isla teniendo que hacer a pie
tan larga travesía, con sus niños, animales y corotos a cuestas. Hoy,
Monte Plata es un pueblo sedentario, pero su desarrollo económico es
nómada, imperceptible, inestable, inseguro, tal vez algún poeta soñador
lo vio pasar ligero, incorpóreo y se deslizaba entre la oscura maraña de
la desesperanza de un pueblo sepultado por la hez de la indolencia.
Los caminos vecinales de Hato Viejo, El Ranchito, Piedroso,
Piedra Azul, Camarón y toda la red de caminos que intercomunican los
diferentes parajes, conucos fincas y plantíos son un monumento al
descuido. Las carreteras como la que comunica a Yamasá con Los Guineos,44 kilómetros de olvido… desde Trujillo,no ha vuelto a ver asfalto.
No
existe un solo servicio público medianamente bueno. El agua potable, la
salud, la educación no reciben la dedicación que ameritan, lo cual hace
que esta provincia se hunda cada vez más en el pantano de la pobreza.
Falta
implementar modelos de producción agrícola con miras a terminar con el
hambre desde sus raíces. Bien pudiera el gobierno dominicano brindar
serio apoyo financiero y técnico a los campesinos de esa provincia, a la
vez que le garantice el mercado a las cosechas. Al menos, este modelo
es aplicado en España y los resultados son excelentes.
Falta implementar escuelas laborales,en
las que los estudiantes aprendan oficios con demandas reales, ayudar a
los egresados a insertarse como empleados, o apoyarlos económicamente
para que establezcan sus propios negocios.
Hemos
propuesto en diferentes escenarios que el cacao y otras frutas que
abundan en Monte Plata, sean procesados por los mismos productores que
así lo deseen, ya que esto generaría numerososempleos y beneficios económicos.
Entendemos,
que si se quiere ayudar a esta provincia “Esmeralda”, solo habría que
disponer un poco de voluntad. Monte plata tiene mucha materia prima,
muchas riquezas naturales y sus habitantes son gentes laboriosas, solo
necesitan el apoyo desde el gobierno, para sacarle beneficio a las
riquezas que subyacen en su entorno.