El problema de hoy en día no es el acceso más bien es el problema la forma la cual se le esta dando a ese acceso. Falta de pensamiento critico, análisis y demás.
En
la actualidad la en esta Sociedad de la Información y el Conocimiento
o como a muchos nos gusta llamar la “Era de la Información”, Internet
y sus tantas facilidades, ha modificado la manera en que se accede,
consulta y emplea la información en el ámbito académico, empresarial y
laborar.
Los casi 4.000.000.000 custro mil millones de usuarios que
tienen acceso a la Web en el mundo, y cómo esta se ha convertido en
una fuente de referencia primordial para la documentación académica por
quienes forman parte de cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje.
La
gran cantidad de recursos, materiales, artículos, multimedia, libros,
revistas especializadas, portales temáticos, etc. accesible a través de
este medio, la mayoría de los cuales no se pueden consultar desde otro
espacio o canal la facilidad y comodidad de acceso a los mismos, y es
que la evidencia resulta clara, Internet ha expandido el número de
recursos y contenidos a los que se tiene acceso, gratuitamente e
instantáneamente; este hecho constituye en sí mismo una revolución sin
posibilidad aparente de vuelta atrás y con claras implicaciones en
términos del proceso educativo en general. Pero se convierte en una
interrogante y es ¿Cuál es el uso que toda la comunidad académica
de las diferentes universidades, colegios y escuelas hacen con estas
fuentes, recursos y contenidos digitales? Es entonces que entra a este escenario una frase, a la cual se le ha puesto mucha atención en estos últimos días, y es el “plagio académico”.
Este
hecho, y demás actividades académicamente deshonestas, parecen haber
existido desde siempre. Ahora bien, durante los últimos años, el aumento
exponencial de penetración de Internet; la facilidad de acceso, copia y
modificación de los contenidos digitales en general y los albergados en
la Web en particular, han provocado un auge en las prácticas de plagio
entre el alumnado universitario en todos los niveles. Lo que en mayor
medida ha cambiado, es, por un lado, la manera cómo se comete el plagio
(eminentemente a través de recursos y contenidos de Internet) y, por
otro lado, las facilidades a la hora de plagiar. El problema acaso sea
el mismo, pero las circunstancias, la prevalencia y sobre todo sus
repercusiones y profundidad son nuevas y parecen más peligrosas de lo
que fueron en el pasado.