La reforma fiscal pospuesta por el gobierno para después de las
elecciones, al romper el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI),
tendrá efectos más fuertes para los consumidores y el empresariado.
La premonición fue hecha por el economista Fabricio Gómez Mazara,
miembro del equipo económico del opositor Partido Revolucionario Dominicano
(PRD), en una comparecencia televisiva.
El acuerdo, que venció este febrero último, tenía pendientes la revisión
séptima y la octava, el desembolso de US$500 millones, y otro reajuste en la
factura de electricidad, que el gobierno rehusó.
Gómez Mazara, entrevistado en Propuesta de la Noche por Digital 15, comentó
que el gobierno prefirió jugar al tiempo al no dejar a la nueva administración la
promulgación de la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo que plantea la
reforma fiscal.
Recordó que esa Ley, que implica un aumento en la presión tributaria, conlleva restricciones impositivas cuantitativas
y en algunas metas.
Calificó como “parches” las cinco modificaciones a la estructura fiscal llevadas
a cabo en los últimos ocho años, cuando era aconsejable una reforma fiscal
integral que beneficiara al aparato productivo y equilibrara la carga a todos
los sectores.
Estimó la ruptura del acuerdo como lo peor en la campaña electoral, periodos
en los que la historia registra aumentos en el gasto público que, ahora sin
pacto serán exacerbados y “harán el ajuste más fuerte para los consumidores y
el empresariado luego de las elecciones”.
Estimó que en lugar de escuchar al gobernador del Banco Central que
pedía una extensión del acuerdo hasta junio sin utilizar los recursos que
recibiría hasta el cumplimiento de las metas, se optó por el gasto en apoyo al
candidato gubernamental Danilo Medina.
Anunció que el opositor Hipólito Mejía restablecerá el pacto por cuanto
permitirá relanzar el aparato productivo, ampliar las exportaciones, crear más
y mejores empleos, elevar el volumen y diversificar las exportaciones y, en una
alianza público-privada a largo plazo, generar las condiciones que el capital
requerirá como garantía para su desarrollo.
En cuanto al discurso del presidente
Leonel Fernández ante la Asamblea Nacional el 27 de febrero estimó que no fue
una rendición de cuentas o rendición de memorias de 2011, como ordena la
Constitución.
El mandatario optó por el viejo modelo de repetir muchas cifras para
confundir refiriéndose a la deuda porcentualmente, mientras se refería en
términos absolutos a la inversión en educación y en producción agropecuaria.
“No tocó los precios, porque ahora son
absolutamente mayores a los del 2004, debido a una inflación de costos y a los efectos
de las cinco modificaciones tributarias.
Gómez Mazara citó los combustibles como la gasolina regular cuyo galón en
2004 tenía un impuesto de 23 pesos y ahora 87, lo que se refleja en los precios
de los productos de primera necesidad.