<p style="font-weight: bold;">Port-au-Prince, Jueves, 08 de marzo 2012: El Presidente de la República,
Michel Joseph Martelly, ha Mostrado hoy en comparecencia pública que
su nacionalidad « es y siempre » ha sido haitiana.
Ha presentado ante
reprsentantes de Religions pour la Paix, las autoridades religiosas del
país todos sus pasaportes ; el actual y los antiguos. En total ocho documento, indican una nota enviada a Diario DigitalRD.Com por la oficina de prensa presidencia desde Puerto Principe.
La nota indica que fue un gesto cargado de simbolismo realizado en presencia de los miembros
del Gobierno de Haití (ministros y secretarios de Estado), y ante los
embajadores de EE.UU., Francia, Canada, Venezuela y España.
"Después de
varias reuniones con estos représentantes de la moral y la religion
haitiana, acordé presentar mis documentación a los responsable de
Religions pour la Paix. Mi origen es haitiano, soy haitiano, Tèt Kalé",
dijo el Jefe de Estado. El présidente Martelly espera demostrar con este
gesto que no es un mentiroso.
Por su parte el embajador de los EE.UU., Kenneth Merten, confirmó que
"el presidente Martelly no es americano, pero sí haitiano".
<p style="font-weight: bold;">LA ONU CONOCE CRISIS
Precisamente este jueves el Consejo de Seguridad fue advertido sobre las consecuencias de la
falta de un primer ministro y un gabinete en Haití para la seguridad, la
administración y el desarrollo de ese país antillano.
El aviso fue presentado por el jefe de la llamada Misión de
Estabilización de la ONU en Haití (Minustah), Mariano Fernández (Chile),
durante una sesión de ese órgano de 15 miembros dedicada ese país.
El estado de la seguridad corre el riesgo de un rápido deterioro si no
cuenta con un liderazgo político, alertó el funcionario, quien asumió su
responsabilidad hace ocho meses.
Por esa razón, Fernández insistió en la necesidad de una rápida
designación de un primer ministro que sustituya al dimitente Garry
Conille "tan pronto como sea posible".
También señaló la repercusión de la crisis política sobre la economía al
asegurar que el crecimiento de un ocho por ciento estimado para este
año puede ser inferior y tener severos efectos negativos en materia de
trabajo, vivienda, salud y educación.
<p style="font-weight: bold;">LA RENUNCIA DEL PRIMER MINISTRO
Conille renunció a finales de febrero pasado por profundas
contradicciones con el presidente, Michel Martelly, quien además
enfrenta serios cuestionamientos en torno a su verdadera nacionalidad y
la de otros miembros de su equipo.
La situación está marcada además por las acciones de un grupo de
exmilitares que desde febrero pasado ocuparon antiguos campos de
entrenamiento en la periferia de Puerto Príncipe, la capital.
Este jueves el presidente Martelly emitió una orden para obligar a la desmovilización de esos elementos.
En su informe al Consejo de Seguridad, el jefe de la Minustah también
advirtió sobre la necesidad de reformar y reforzar el aparato policial
haitiano para poder asegurar la paz y la estabilidad en el país.
La sesión de ese órgano también recibió un reporte del secretario
general de la ONU, Ban Ki-moon, quien llamó a los dirigentes haitianos a
evitar las recientes disputas "que han impedido los progresos en el
fortalecimiento y reforma de las instituciones".
En ese sentido, criticó a los dirigentes nacionales por no estar a la
altura de las expectativas legítimas de sus electores para "gobernar
efectivamente en unos momentos de necesidad sin precedentes en Haití".
Hace cinco meses, el Consejo de Seguridad redujo los efectivos militares
y policiales en mil 600 y mil 150 elementos, para dejarlos en siete mil
699 oficiales y soldados y tres mil 542 agentes policiales.
La Minustah está en Haití desde 2004 y ahora cuenta con personal
procedente de unos 60 países, entre ellos Argentina, Bolivia, Brasil,
Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú, Uruguay, Colombia, El
Salvador, Granada y Jamaica, por América Latina y el Caribe.
La nación haitiana sufre todavía las consecuencias del terremoto que el
12 de enero de 2010 ocasionó más de tres mil muertos, un millón 300 mil
personas sin vivienda y daños materiales por unos ocho mil millones de
dólares.
También sigue afectada por una epidemia de cólera que ha cobrado más de
siete mil vidas y cuyo origen es achacado a soldados nepaleses de la
Minustah, acusación no admitida por la ONU, la cual recibió una demanda
de compensación presentada por víctimas de l