Naciones Unidas, 8 mar (PL) El Consejo de Seguridad analizará hoy la
situación en Haití, marcada por la reciente renuncia del exprimer
ministro Garry Conille y diversas acciones de protesta de exmilitares
haitianos que ocuparon antiguos campamentos.
El órgano de 15 miembros escuchará una intervención del jefe de la
Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah), el chileno
Mariano Fernández, quien asumió el cargo hace 10 meses.
También estudiará un informe elaborado por el secretario general de la
organización mundial, Ban Ki-moon, sobre la evolución de la situación en
ese país antillano desde agosto del año pasado hasta ahora.
En su reporte, el máximo responsable de la ONU llama a los dirigentes
haitianos a trabajar juntos y a evitar las recientes disputas "que han
impedido los progresos en el fortalecimiento y reforma de las
instituciones" en Haití.
El documento considera que la renuncia de Conille fue consecuencia del
"enfrentamiento continuado entre las ramas ejecutiva y legislativa del
gobierno y las tensiones dentro del Ejecutivo".
Asimismo, critica a los dirigentes haitianos por no estar a la altura de
las expectativas legítimas de sus electores para "gobernar
efectivamente en unos momentos de necesidad sin precedentes en Haití".
En ese sentido, insta a todos los involucrados en la crisis a participar
en un diálogo político constructivo para lograr un acuerdo y
reconciliación políticos basados en la tolerancia mutua.
Sobre el
caso de los exmilitares que ocuparon los centros de adiestramiento, el
informe de Ban Ki-moon exhorta al gobierno a adoptar medidas firmes
contra esa amenaza para la estabilidad del país y a investigar "sus
fuentes de financiación y apoyo".
Sin embargo, el documento solo recoge de forma escueta la situación de
la epidemia de cólera, cuya responsabilidad fue achacada a los militares
de la ONU, y los actos de abuso sexual cometidos por miembros de esa
fuerza.
Indica que hasta el 20 de enero, el número de casos acumulados de
personas infectadas por el cólera era de 526 mil 524 y el de muertos
siete mil 25 desde el comienzo del brote en octubre de 2010.
Con respecto a las faltas cometidas por los cascos azules contra la
población civil, el texto promete fortalecer las medidas de prevención,
acelerar la gestión de los casos disciplinarios y adoptar medidas
correctivas.
En febrero pasado, el Senado haitiano aprobó por unanimidad una
resolución que pidió el retiro de la inmunidad de dos funcionarios de la
misión de la ONU acusados en uno de los casos.
Hace cinco meses, el Consejo de Seguridad redujo los efectivos militares
y policiales en mil 600 y mil 150 elementos, respectivamente, para
dejarlos en siete mil 699 oficiales y soldados y tres mil 542 agentes
policiales.
La Minustah está en Haití desde 2004 y ahora cuenta con personal
procedente de unos 60 países, entre ellos Argentina, Bolivia, Brasil,
Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú, Uruguay, Colombia, El
Salvador, Granada y Jamaica, por América Latina y el Caribe.
ocs/vc