La Asociación Cubana en República Dominicana saludó hoy la visita a Cuba
del Benedicto XVI y denunció que más de una veintena presos políticos
cubanos han muerto en cárceles de la isla a consecuencia de huelgas de
hambre en rechazo a la situación política que vive esa nación.
“La
visita del Papa Benedicto XVI le permitirá entrar en contacto con la
penosa realidad vigente en Cuba y con los sufrimientos, aspiraciones y
esperanzas de su pueblo sometido desde hace más de medio siglo a un
régimen dictatorial, el único que existe en América Latina y el único
también que mantiene presos políticos condenados a largas penas de
encierro en muchos casos por simple disidencia, y donde más de una
veintena ha muerto a consecuencia de huelgas de hambre en defensa de su
dignidad y en protesta por los maltratos de que eran objeto”, sostuvo la
entidad.
Dijo que la presencia del Santo Padre habrá de
servir de aliento e inspiración a la numerosa grey católica, fe que
profesa la gran mayoría de los cubanos de dentro y de fuera de la isla y
cuyo fervor religioso se vio acallado durante largos años por las
persecuciones que sufrió la iglesia por parte del régimen castrista,
incluyendo la encarcelación y la expulsión de cientos de sacerdotes y
monjas y el cierre de los colegios católicos.
Señaló que los
templos católicos en Cuba se han convertido en refugio y expresión de
los anhelos de libertad de un número cada vez mayor de cubanos, a
despecho de la represión de que todavía son víctimas, principalmente las
valerosas Damas de Blanco que a solo unos días de la visita papal,
fueron impedidas por la fuerza de asistir al culto y desfilar
pacíficamente reclamando la libertad de los presos políticos. Más de
setenta fueron detenidas al igual que otros disidentes, como nueva
evidencia de la intolerancia del régimen.
“Muchos párrocos son
testigos de excepción y de primera mano de las vicisitudes del pueblo
cubano y comparten y son voceros de sus legítimos anhelos de cambios
democráticos, que le permitan el disfrute de las libertades civiles
consagrados en la Carta de Derechos de las Naciones Unidas y de que
gozan otros pueblos hermanos, incluyendo el dominicano”, indicó.
Indicó
que un sistema fallido, que al cabo de medio siglo se ha visto
obligado a reconocer su estrepitoso fracaso y que ha ejercido el poder a
base de promesas incumplidas, acoso, delación y brutal represión,
empobrecido la nación y mantenido la calidad de vida del pueblo a ras de
suelo sin oportunidades de progreso ni ilusión de futuro.
“Esa
es la realidad que se ofrecerá a los ojos de Benedicto XVI y a la que
abrigamos la seguridad no se mostrará indiferente, como no lo fue en
su momento su antecesor, el inolvidable Juan Pablo II, cuando en su
histórico viaje a la isla pidió que Cuba se abriera al mundo y el mundo a
Cuba”, agregó
“Hasta ahora, Cuba ha resistido abrirse al mundo
que le reclama cambios y donde su régimen opresivo resulta un
anacronismo jurásico. Peor aún: se niega a abrirse a los propios
cubanos para que puedan disfrutar de libertad, expresar su voluntad sin
temores y escoger su propio destino”, concluyò.