SANTIAGO DE CUBA.-Al Santo Padre se ha la concedido un recibimiento efusivo y caluroso de parte del gobierno y el pueblo cubano, que ha dejado expresada su vocación católica. Raul Castro lo ha recibido con especial respeto a su llegada a Santiago de Cuba.
Raúl Castro, anunció
hoy aquí en presencia del papa Benedicto XVI que el país caribeño
mantendrá la colaboración con el mundo a pesar de las carencias
enfrentadas.
"Puedo asegurarle que dentro de las modestas posibilidades de que
disponemos, nuestra cooperación internacional continuará", expresó el
estadista al ofrecerle la bienvenida al Sumo Pontífice en el aeropuerto
Antonio Maceo de esta ciudad.
Hemos enfrentado carencias, pero nunca ha faltado el deber de compartir
con los que tienen menos, señaló al ejemplificar con las decenas de
miles de médicos que la nación caribeña ha ayudado a formar para otros
pueblos.
También se ha devuelto o mejorado la visión a 2,2 millones de personas
de bajos ingresos y 5,8 millones de analfabetos aprendieron a leer y
escribir, explicó Raúl Castro, quien vistió un traje oscuro para la
ocasión.
Al hablar sobre los peligros para la existencia humana, incluidas las
amenazas a la paz y la presencia de enormes arsenales nucleares, el jefe
de Estado destacó las coincidencias con las ideas del Sumo Pontífice,
quien llegó aquí en su segundo viaje a Latinoamérica.
El agua y los alimentos serán, después de los hidrocarburos, la causa de
las próximas guerras de despojo, significó el mandatario, para quien
podría eliminarse la pobreza con los recursos destinados a producir
mortíferas armas.
Lamentó que el desarrollo vertiginoso de la ciencia y la tecnología no
se encuentra al servicio de la solución de los problemas que aquejan al
ser humano.
En vez de la solidaridad se generaliza una crisis sistémica provocada
por el consumo irracional en las sociedades opulentas, en las que una
ínfima parte acumula riquezas mientras crecen los pobres, los
hambrientos, los enfermos sin atención y los desamparados, dijo.
Los indignados no soportan más la injusticia, especialmente entre los
jóvenes crece la desconfianza en modelos sociales e ideologías que
destruyen los valores espirituales y producen exclusión y egoísmo,
añadió Raúl Castro al lado de Su Santidad.
Frente a tantos desafíos Nuestra América se une en su soberanía e
intenta una integración más solidaria para hacer realidad el sueño
bicentenario de sus próceres, subrayó.
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