Bridgetown, 12 abr (PL) La Corte Caribeña de Justicia (CCJ) sesionará en
esta capital entre el 16 y 19 de abril para salir por primera vez de su
sede habitual en Trinidad y Tobago.
Barbados, Guyana y Belice son los tres países integrados a este tribunal
regional, establecido en Puerto España el 14 de febrero de 2001 por el
Convenio Constitutivo de la entidad.
Entonces, además de esas naciones, firmaron el acuerdo Antigua y
Barbuda, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Suriname
y Trinidad y Tobago, y dos años después lo suscribieron Dominica y San
Vicente y las Granadinas.
Sin embargo, la mayoría de estos países
mantiene todavía como corte final de apelaciones al Consejo Privado de
Londres en lugar de la CCJ, que comenzó a funcionar en Puerto España
desde su apertura el 16 de abril de 2005.
Para la sesión inaugural en Barbados, están previstas las intervenciones
del presidente del Tribunal Supremo de este país, Marston Gibson, y del
procurador general, Adriel Brathwaite.
En la audiencia de Bridgetown se presentarán cargos contra autoridades
barbadenses de inmigración por parte de una jamaicana, de 22 años de
edad, quien declaró hace un año que había sido víctima de un registro
corporal cruel y vulgar.
Recientemente, el presidente de la corte caribeña de apelaciones, Dennis
Byron, llamó a los países de la Comunidad del Caribe a completar su
independencia política de Reino Unido con el reemplazo del Consejo
Privado por la CCJ.
Dominica anunció, por su parte, la disposición de seguir adelante para
cortar vínculos coloniales con la entidad británica, una posición
defendida también por Jamaica en el contexto del aniversario 50 de su
emancipación el venidero 6 de agosto.
A inicios de este año, juristas jamaicanos pidieron al Gobierno de la
primera ministra, Portia Simpson-Miller, realizar un referendo para
establecer a la CCJ como último tribunal de apelación del país.
Para la directora ejecutiva del grupo Jamaicanos por la Justicia,
Carolyn Gomes, resulta muy importante que sus coterráneos decidan
sustituir al Consejo Privado de Londres.
La incorporación a la entidad regional y el surgimiento de Jamaica como
República, que implica la ruptura de todos los lazos con la monarquía
británica, representan propósitos principales anunciados por la
administración de Simpson-Miller.