El
candidato del Partido Revolucionario Dominicano es un fenómeno político
por segunda vez. La política es su estilo, más que su pasión, la cual
encarna en un hombre de campo, que equivale a decir, su sentido práctico
de la vida.
No
tiene paciencia por las cosas que realiza, pero definitivamente es un
político disciplinado. Tan importante como hablar, le gusta actuar y
sobre todo, calcular la realidad de sus movimientos estratégicos. Su
arte es la conversación, tiene un solo idioma para cada conversación,
siempre que no se decaiga en tecnicismos. A cualquiera le lanza la
expresión de “teórico”, pues, es un espíritu inquieto por excelencia.
Jamás
se refiere a un autor leído, pero los que los conocen saben que también
estudia documentos y autores importantes. Como todo líder se encuentra
siempre rodeado de sus acólitos y dirigentes. Muchos de ellos han
desfilado por su finca ubicada en San Cristóbal, dando verdaderas
cátedras del arte del juego de dominó. Su vestir es un rasgo distintivo.
Él sabe que vestir así es por la conveniencia del clima. Y jamás se ha
puesto a pensar los que los demás piensen de su apariencia.
Es
un político a carta cabal, y no existe otro asunto más importante que
eso. Tiene la virtud de no ir contra el adversario que ha derrotado. Si
dice que no pagarás deudas no contabilizadas, lo harás de todas formas.
Les tiende una rama de oliva, y una frase de consideración a sus
contrincantes derrotados en la contienda política. También reconoce sus
derrotas, eso ya lo ha demostrado.
Es
el candidato que mejor habla con la gente de la calle. Y el político
dominicano con mayor carisma. Cuando te saluda, empieza preguntando por
los hijos, de quien recuerda hasta los nombres. Y tiene siempre una
anécdota que contar de tus padres. Sus costumbres personales son la de
un hombre austero y de vida tradicional, y es un auténtico modelo de
padre familiar. Su convicción es el mayor logro que ha podido acumular
en su maravillosa trayectoria de político. No importa si está
equivocado, hace lo que cree. Quienes creenque no sabe oír, no saben que se reivindica en el error cuando lo convencen de estar equivocado.
En
el actual proceso político reunió a todos sus más fieles seguidores y
les dij “Sé que tengo un cinco por ciento (5%), aunque digo a los
medios que es menos de un diez (10); en un mes les aseguro que tendremos
un veinte (20) y en tres meses, créanme, tendremos más de un 40.” Y así
fue. Hasta el día de hoy está al frente en las encuestas. Y aunque
compite por segunda vez, es la opción que más conviene, pues los líderes
del el oficialismo se han vuelto cadavéricos.
·El
autor es Presidente de la Sociedad Dominicana de Criminología.