<p style="font-weight: bold;">19 de abril 2012.-El candidato
presidencial de la Alianza por la Democracia (ADP), Max Puig, auguró que la crisis de confianza hacia el gobierno y
hacia los políticos que enfrenta la sociedad dominicana impulsará en un futuro
próximo cambios radicales en la forma de gobernar y de hacer política.
“Hay un desencanto con la política,
hay una gran decepción, hay un desencanto con las instituciones”, indicó el
sociólogo, al comentar los recientes cruces de acusaciones, de intercepción
telefónica y de campañas negativas entre los dos partidos mayoritarios.
Puig recordó que crisis de
confianza similares han sido el motor de cambios importantes en otros países,
como ocurrió en 1998 en Venezuela, cuando pese a los pronósticos y encuestas
adversos Hugo Chávez llegó a la Presidencia.
En conversación
con los periodistas Manuel Jiménez y Ángel Barriuso, que conducen el programa
Propuesta de la Noche, por Digital 15, Puig explicó que el informe elaborado
por el economista francés Jacques Atalli advirtió que el cambio fundamental que
tiene que realizar el gobierno y el sistema político es recuperar la confianza.
“El país necesita transformaciones,
pero las transformaciones no se podrán realizar si no hay confianza en el
Estado, en el gobierno y en las instituciones”, detalló el ex ministro de
Trabajo y de Medio Ambiente al citar el denominado informe Atalli, elaborado
por encargo del presidente Leonel Fernández.
Lamentó que debido al deterioro de
la forma de hacer política y de gobernar en las últimas cinco décadas, cuando
pequeños grupos han controlado la administración pública, la población ve en
los dirigentes partidistas y en los funcionarios públicos a “una persona que
está ocupada en su agenda privada, en su propio enriquecimiento”.
“Hay una cierta frustración y eso
hace que crezca el voto en blanco, la gente no vota porque cree que no va a
cambiar nada; no hay euforia, no hay entusiasmos” hacia los comicios, lamentó.
Por ello aseguró que su candidatura
trata de “decirle al país que nosotros no podemos caer en ese estado
indolencia, en el que no se hace nada porque se cree que no se puede cambiar
nada”.
“Cuando pasa eso, como está
sucediendo ahora, ya la sociedad está a las puertas del cambio”, auguró Puig,
quien abandonó en 2011 su cargo como ministro de Trabajo para postularse a la
Presidencia.
Reconoció que “el vuelco no se va
producir mañana, pero ese vuelco es absolutamente irreversible; la política en
la República Dominicana está llegando a niveles tales de deterioro que se van
necesariamente a producir las transformaciones que la sociedad requiere”.
El principal desafí la desigualdad
Puig reconoció que, pese a que el país
ha registrado un continuo crecimiento económico, también ha visto la ampliación
permanente de la desigualdad.
Indicó que uno de los cuatro ejes
de su propuesta de gobierno descansa justamente en medidas para reducir la
brecha entre ricos y pobres.
“Pero para eso hay que cambiar de
fondo la política económica”, que siempre ha estado enfocada en controlar la
política monetaria.
Puig explicó que esas políticas
monetarias deben estar articuladas con políticas de ingresos, “lo que significa
que hay que crear más y mejores empleos” de tal manera que se coloque a la
“creación de empleos en el centro de las políticas públicas.
Cito estadísticas del Banco Central
según las cuales 89 mil jóvenes ingresan cada año al mercado laboral, pero la
proporción de aquellos que obtienen un trabajo estable desde el 2000 ha
descendido.
Las fuentes de empleo que se están
creando son para motoconchistas, trabajo en salones de belleza, en colmados y
deliveries y trabajo doméstico remunerado, detalló el ex ministro de trabajo.
“No es con esos trabajos que un
país se desarrolla”, subrayó el aspirante presidencial.
Destacó además que sólo el 30% de
la población económicamente activa cuenta con un trabajo remunerado estable y
de ese grupo, 80% percibe menos de 20 mil pesos al mes. Mientras que 56% de la
población trabaja en la informalidad, 14% está completamente desempleada, lo
que implica que la mayor parte de la población carece de acceso a la seguridad
social.
Propuesta
de monotributo
Puig destacó que es el único de los
candidatos a la Presidencia que ha hecho una propuesta concreta para poner en
marcha el sistema contributivo-subsidiado de la seguridad social, que aún no
entra en vigencia pese a que la ley tiene 11 años.
El aspirante de la ADP propone que
los trabajadores informales y de pequeñas empresas paguen un “impuesto
reducido” que el gobierno no utilice como parte del erario público, sino que
los transfiera de forma íntegra a la Tesorería de la Seguridad Social.
De esa forma, se financiaría la seguridad social de
los trabajadores sin que ello represente una carga económica para las pequeñas
y medianas empresas