Bagdad, 20 abr (PL) La milicia Estado Islámico de Irak, que el gobierno
de este país vincula a Al-Qaeda, reivindicó hoy la autoría de la cadena
de atentados contra fuerzas de seguridad y dependencias estatales,
causante de 36 muertos.
Un comunicado de ese grupo islamista radical, difundido por el canal
televisivo iraquí Alsumaria, precisó que los 14 bombazos del jueves en
10 ciudades iraquíes, y que provocaron, además, 117 heridos, fueron
"apenas el comienzo de una prolongada serie de ataques".
Según la referida fuente, el Estado Islámico de Irak dijo responder "a
la campaña de detenciones, tortura, embargo y confiscación de tierras
del pueblo sunnita, especialmente en Bagdad y su periferia", de ahí que
la capital iraquí fuera uno de los principales blancos.
Fuentes de seguridad señalaron que los incidentes violentos en una
decena de barrios de Bagdad -la mayoría habitados por musulmanes
chiitas- se saldaron con 12 muertos y más de 50 heridos.
Mucho antes de la reivindicación del grupo extremista, el Ministerio del
Interior había achacado a "milicias terroristas ligadas a Al-Qaeda" la
ola de atentados suicidas con carros bomba, detona de explosivos y
tiroteos en las provincias de Bagdad, Al-Anbar, Nínive y Salah El-Din.
Otras deflagraciones sacudieron también la ciudad petrolera de Kirkuk,
en la norteña región del Kurdistán iraquí, con balance de al menos nueve
muertos y 28 lesionados, algunos agentes de la policía o soldados del
Ejército nacional.
Parlamentarios sunnitas y kurdos opinaron que los ataques casi seguro
fueron el resultado del estancamiento político que desde hace varios
meses vive Irak, en particular el gobierno del primer ministro chiita
Nouri Al-Maliki, por su enfrentamiento a líderes sunnitas.
Rivales políticos de Al-Maliki lo culpan de maniobrar para que la
justicia iraquí emitiera una orden de arresto contra el vicepresidente
sunnita, Tareq Al-Hashemi, por presuntamente financiar un escuadrón de
la muerte y ordenar ataques contra jueces y otras figuras chiitas.
Al-Hashemi, ahora protegido por los kurdos en el Kurdistán, niega las
imputaciones y las achaca a una cacería política de su rival, al tiempo
que está declarado prófugo porque se niega a ser juzgado en Bagdad,
capital que considera un escenario parcializado con Al-Maliki.
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