Para conmemorar el
día del 1º de Mayo y para rendir un homenaje al hombre por el cual el marxismo
lleva su nombre, Carlos Marx, que nació un 5 de mayo, en
Tréveris, en 1818. Estudió en Bonn y en Berlín. Me aventuraré a contarle
sobre el verdadero significado de la fiesta del primero de mayo, a pesar de lo
penoso de las izquierdas en el mundo.
Lo importante de los
1° de Mayo es que sigue siendo una fecha de todas las organizaciones sindicales
del mundo. Es una celebración de obreros, soldados, gente humilde de la ciudad,
estudiantes, ministros, embajadores, respetables burgueses (Engels fue el más
ejemplar de todos ellos), periodistas, oradores, jefes de todos los partidos. Fecha
otrora de historia memorable, de solemnidad ideológica, hoy semantiene atando fuertes diferencias y separando
a los obreros del mundo, perdido en el verdadero sentido de la lucha por la
vida.
En realidad es una
fecha que va a la ruina, pues ya no glorifica nadie, y mucho menos a los
trabajadores del mundo. Nuestros obreros celebran su fiesta del trabajo como
quien “sanciona su miseria y su esclavitud”, pero lo que hace falta es volver a
tener conciencia de la función del proletariado.
Esto lo creemos por
las pocas o casi nada aportaciones históricas, políticas, en los medios de
comunicación, por la actitud de la celebración de nuestro pueblo. También por
las miserias que piden los obreros de los gobiernos, como si mítines y manifestaciones no pueden ser bien sustituidos para
lograr otros niveles de lucha en la sociedad como competir por escaños en el
poder legislativo, o aspirar a la primera magistratura, y alzarse con el poder
político. Los obreros hacen la riqueza quienes trabajan menos en el
mundo. La vieja fórmula del capitalismo, que consiste en la explotación de
muchos por unos pocos, el sometimiento servil de la gran masa bajo la voluntad
omnipotente de algunos privilegiados es un viejo eufemismo. Las izquierdas en
el mundo son verdaderos campos en ruinas (sic).Carlos Marx, que murió un 14 de marzo, fue el
más grande pensador de nuestros días Así como Darwin descubrió la ley del
desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de
la historia humana: “el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza ideológica,
de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y
vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por
tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por
consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o
una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones
políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas
religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse,
y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo” (F. Engels, en Discurso
ante la tumba de Calos Marx).
Después
de la muerte del gigante de la economía, los líderes del mundo proletario se
alejaron de la específica de la producción capitalista y de la sociedad
burguesa, y hoy, tras 123 años de celebración del día de los proletarios del
mundo, nuestros obreros, nuestros trabajadores no saben orientarse en la lucha
social, y sobre todo no tienen conciencia de su situación, tampoco estudian la
forma de poder expresarse políticamente, que no sea la huelga, los mítines y
las manifestaciones.
El moviendo obrero
está en un campo minad El descubrimiento de la plusvalía, establecido por
Marx, no ha abierto los ojos a la cuestión económica de la sociedad moderna.
El Marxismo, es
decir, las ideas de Marx, son como un sistema de investigación-acción, deberían
de servir para la felicidad de los que trabajan de acuerdo al bienestar de los
empleadores. El mejor reconocimiento que podemos hacerle este titán de la
revolución, es competir en la política. Se necesitan legisladores proletarios,
funcionarios orgánicos obreros, se necesitan presidentes surgido del movimiento
obrero.
La lucha era justamente
el elemento de este invencible alemán, y luchó con una pasión, una tenacidad y
un éxito como pocos. El hombre más grande el marxismo expiró feliz, un día 5 de
mayo, más o menos a las 14:00 horas, del año de 1883. Está
enterrado, junto a su mujer, en el cementerio londinense de Highgate.
El
autor es Pte. De la Sociedad Dominicana de Criminología
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