Una carrera política que nunca debió comenzar,
llegó a su término. Y de la peor manera. ¡Como traidor! El 21 de mayo es
la fecha pronosticada para el deceso político. Si el partido gana, como
todo parece indicar, la muerte es inminente. <div class="article-body-text">
Si el partido pierde por su rol miserable, por su puñalada trapera,
por su indiferencia, por su odio, por su envidia, por su falta de tacto,
por su orgullo, por su resentimiento y su torpeza, nadie lo perdonará.
Igual habrá que enterrarlo políticamente.
El 21 de mayo, un partido fervoroso por el triunfo o destrozado por
la derrota inmerecida, no se quedará en silencio ni cruzado de brazos.
Los promotores de la dignidad y la vergüenza buscarán su sitio en la
historia haciendo lo que haya que hacer.
El 21 de mayo, un ataúd político estará esperando en la oficina
principal de la Casa Nacional, en la avenida Winston Churchill. “El
Jacho encendido” servirá para quemar la memoria de los traidores.
El 21 de mayo comenzará una revolución en el partido de mayor
tradición en el país para darle contenido programático, ideológico,
ético y moral, para colocarlo en condiciones de enfrentar y solucionar
los problemas del país.
El 21 de mayo, las bases les pasarán por arriba a quienes les dieron
la espalda. Los Caballos de Troya, los que hicieron pactos secretos, los
que complotaron en contra de su propio partido, los que se prestaron
para las campañas sucias contra el candidato, los desleales, los que
vulneraron sus juramentos…, pagarán por ello.
No podrán caminar por las calles sin recibir la mirada de odio y
repulsa de la gente digna, sin el índice acusador de la muchedumbre, que
intentará arrojarlos al fuego eterno.
El 21 de mayo termina una carrera política que no debió comenzar,
que no debió correr cinco metros en busca del poder. Una carrera
política que nunca tuvo fundamento, que nunca tuvo futuro, una carrera
mediocre y absurda, basada en el dinero. Es decir, una carrera pobre.
El 21 de mayo comenzará a escribirse otra historia en el Partido Revolucionario Dominicano.
El 21 de mayo comenzará a escribirse otra historia en el país con el
PRD en el poder, haciendo lo que debió hacer cuando el 27 de febrero de
1963 asumió el poder: pagar la deuda social acumulada con los sectores
populares.
¡Y esa tarea no puede hacerse con un partido lleno de garrapatas!
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