El licenciado Hatuey Decamps, presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), declaró que las encuestas que se han estado publicando son pagadas con el fin de manipular de manera grosera la realidad existente en términos de preferencias electorales, que, a su decir favorecen al candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Hipólito Mejía.
“Gallup es una empresa que ha tenido ciertos aciertos. No llegó a hacer las barbaridades que hizo una empresa española, que estuvo al servicio del Listín Diario en un momento determinado en que Listín Diario se convirtió en un panfleto político al servicio del gobierno de turno, en este caso del PLD, en el 99… Esa se llamaba Sigma qué sé yo qué cosa… Sigma 2. Eso era un desastre al cubo”, expresó Decamps.
Dijo que el país debe recordar que la Gallup fue contratada por la desaparecida revista Rumbo cuando el candidato del PRD era José Francisco Peña Gómez. Expuso que cuando se iba a publicar una encuesta Gallup de Rumbo que posicionaba a Peña Gómez en primer lugar y el gobierno de Balaguer impidió que se hiciera, y añadió cuando finalmente se publicó era adulcorada en beneficio del gobierno, en el 1994, dando entonces ganador a Balaguer.
“¿Gallup reflejó esa situación? Gallup no reflejó eso. Le dio ganancia de causa, cuando no era verdad, al doctor Balaguer. Donde quiera que usted se mueve en este país yo le invito acompañado de quien usted desee para que hagamos sondeos, en cualquier parte del país, y usted va a ver que de cada 10 consultados hay 7 y 8 a favor de Hipólito Mejía, y en el exterior también”, expresó Decamps al participar como entrevistado en el programa Encuentro Extra con Cristhian Jiménez que se trasmite cada domingo de 7 a 8 de la mañana por el canal 9 de Color Visión y de 7 a 8 de la noche por el 45 de Tele-Radio América.
Recordó que entonces se demostró entonces un fraude electoral y en una reunión en la Biblioteca República Dominicana, ante la evidencia, Balaguer dijo que había sido un empate, y le propuso a Peña Gómez 2 años él, Balaguer, y dos años Peña para gobernar.