Los sectores políticos que trataban de deformar la imagen de
José Francisco Peña Gómez, que cumple este jueves el decimo cuarto aniversario
de su muerte, son los mismos que atacan a través de una campaña sucia al
ingeniero Hipólito Mejía, candidato perredeísta a las elecciones del 20 de
mayo.
Todo tipo de acusaciones mendaces que tenía al doctor Marino
Vinicio Castillo, en principio, y luego a un sector del Partido de la
Liberación Dominicana (PLD), pintaban al tribuno perredeísta con epítetos desde
narcotraficantes, que tenía planes de unificar la isla, entre otras
fabulaciones.
Hoy, la familia Castillo, apertrechada en el grupo
ultraderechista y oportunista denominado Fuerza Nacional Progresista (FNP) y el mismo sector del PLD, ahora comprometido
con la corrupción, que enriquecido prevaliéndose de cargos públicos, reedita en
contra de Mejía todo tipo de ofensas y acusaciones publicas todo con el interés
de detener su ascenso al poder.
Por diversos medios, y haciendo uso abusivo de los recursos
del Estado, y con la complicidad del candidato peledeísta Danilo Medina, se
lanza contra Hipólito Mejía una jornada asquerosa de improperios, con la
finalidad de deformar su imagen, confundir a la población para que este movida
por razones pasionales vote por la continuidad de su régimen corrupto.
El Gobierno, usando todos los recursos del Estado, sustituye
cuñas publicitarias de empresas del Estado, duplicadas en este periodo de
elecciones, por la publicidad del candidato de Danilo Medina, con la obvia
complicidad de los medios de comunicación.
Sin ningún control, el Gobierno coloca en esos medios las
ofensas e insultos que le viene en gana a la gente de su candidato Danilo
Medina, en un precedente que habla de las debilidades de la democracia dominicana.
Su derrochadora campaña busca desmoralizar a los perredeístas
y a quienes han abrazado su candidatura, por lo que advertirnos que a esta conspiración
preventiva, se debe de estar muy atento.
Esa es la realidad que se esta viviendo, esa es la verdad.
Leandro Roca
@leandroroca